martes, 7 de abril de 2020

SEXO: SEGURO, LIMPIO Y A DISTANCIA


Este bichito nos está cambiando la vida. A todos, en todo el planeta. Está poniendo al descubierto nuestras carencias. Parece un bichito inteligente. Viaja en avión a gran velocidad, de un país al otro; se aloja en los mejores hoteles; acude a cocteles reales y penetra con gran habilidad en las sedes del Gobierno y en los Parlamentos de los países más poderosos, sin que ni escoltas ni policías lo detecten.

Es cierto que es malévolo, que tiene muy malas intenciones, y no se contenta con sacar a la luz las contradicciones de nuestras sociedades y de nuestros sistemas políticos. Penetra en las residencias de ancianos, gran parte de ellas privatizadas, convertidas en aparcamiento para los más mayores, sin las menores garantías de aislamiento, y allí contamina todo lo que puede, que es mucho.

Mientras se pasea a gusto por todo el planeta, dejando tras de sí un reguero de víctimas, transforma las costumbres de la gente. Impide que los mediterráneos, tan dados a la efusividad, nos podamos abrazar y besar. A la población china la confina en sus casas y la somete a una vigilancia telemática como jamás hemos visto ni imaginado. 
Ha venido para quedarse un tiempo. Va a pasar el verano con nosotros y ya nos advierten que en el otoño estará aquí de nuevo para hacerle la pascua a los que todavía no se han contaminado.

De prolongarse esta situación la crisis económica podría descontrolarse. Los grandes bancos, para sobrevivir, tendrán que fusionarse o devorarse unos a los otros mediante las conocidas OPA. En España el Santander, que está rozando límites muy peligrosos, ya está pensando en hacerse con el BBVA con el beneplácito del Banco Central Europeo. 
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no deja de repetir que hay que potenciar mucho el sistema sanitario pero también la teleeducación. Me pongo a temblar. Y es que por lo que parece ya se están estudiando medidas para que los ciudadanos estemos sometidos a videovigilancia a través de nuestros teléfonos móviles. Modelo chino.

De seguir así van a invadir nuestra querida intimidad y me temo que no nos van ni a dejar retozar a gusto con nuestra pareja. Y esto no lo digo en tono de broma. En Irlanda ya han recomendado el “sexting” (envío de mensajes de texto o imágenes de contenido sexual explícito a través del teléfono móvil o de otros dispositivos electrónicos) y los chats de contactos. El Servicio de Salud irlandés advierte de las bondades de la masturbación, pero eso sí, recomiendan una versión higiénica con lavado de manos, antes de y después de.    

Ya veo por donde nos va a atacar este maldito coronavirus a los que estamos confinados. Ustedes verán lo que hacen pero yo me he apresurado a aumentar la frecuencia con mi pareja, por lo que pueda venir. Pero, claro aquí el coronavirus me gana por la mano, porque mi ratio es francamente baja.

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