domingo, 29 de mayo de 2011

QUE NADIE LO IMAGINE POR NOSOTROS


Un enemigo se cierne sobre el movimiento denominado 15M que ha tomado las plazas de ciudades y barrios de toda España para hacer patente su descontento con la forma de administrar la democracia de los partidos políticos y su sometimiento al poder económico y financiero. Este enemigo intenta destruir al movimiento en varios frentes pues está resultando muy molesto para la partitocracia y para el poder económico y ambos han decidido terminar con él desde dentro, utilizando las mismas armas que los jóvenes "indignados", es decir la red, y desde ella crear toda sombra de duda e intoxicaciones con cientos de mensajes falsos y la convocatoria de acciones que bajo las siglas democraciarealya o tomalaplaza intentan desacreditar el movimiento. Uno de estos mensajes falsos ha sido la difusión de decenas de miles de correos electrónicos convocando a los ciudadanos a sacar de sus cuentas corrientes, el día 30 de mayo, 155 euros  para de esa forma boicotear a la banca. Vaya, algo así como matar a un elefante a besos.

Ese es el peligro de los llamados movimientos horizontales, en los que no existe un liderazgo único y que se mueve a través de internet: que cualquiera puede infiltrarlo. Desde la derecha ya existen expertos informáticos contaminando las redes sociales y desde la izquierda se les desacredita por no tener una ideología clara y permitir que dentro del movimiento todo tenga cabida, incluso aquellos ideológicamente dispares, sin darse cuenta que lo que defienden estos jóvenes traspasa como una lanza los programas de los partidos políticos y lo que ahora les une o les separa no es ya la afinidad ideológica sino el ansia de conseguir una sociedad mejor.

Ahora todos se preguntan qué va a pasar. Hace unos días le hicieron esa misma pregunta a Eduardo Galeano en la Plaza de Cataluña y él respondió: “¿Que va a pasar? ¿Que será de ellos? Yo simplemente no lo sé, ni tampoco me importa mucho. Lo que está pasando, esto es lo importante”

Eso es lo realmente importante, la enorme reacción que este movimiento ha despertado en miles de ciudadanos españoles que ven con simpatía como la llamada "generación perdida" ha reaccionado de forma organizada, pacífica y ejemplar para reivindicar mayores cotas de trabajo y de democracia y acusar a los verdaderos causantes de la crisis económica de ser quienes están terminando con los derechos que tantos años ha costado ganar y con la sociedad del bienestar en Europa.

La convocatoria de asambleas por los barrios de Madrid ha tenido un éxito enorme: los propios convocantes se han visto desbordados en las asambleas por la cantidad de gente de toda condición y edad que han acudido a las plazas públicas para poder expresarse libremente,  deseosas de exponer sus opiniones, creando el germen de la democracia real. Naturalmente que esto es peligroso y revolucionario acostumbrados como están los partidos políticos y los sindicatos a decidir las grandes cuestiones que afectan a los ciudadanos en pactos y negociaciones entre cuatro paredes para comunicárselas después a la ciudanía a través de la televisión. Esa sociedad apática que tan cómoda le resulta a quienes gobiernan en su nombre es la que ahora ha despertado con el revulsivo de los jóvenes “indignados” a los que todos le debemos, al menos, esa capacidad que han tenido para poner ante nosotros el espejo de la realidad y hacerlo de la mejor forma que hoy se puede llevar a cabo  una revolución, de forma pacífica. 

Aviso a navegantes:  los creadores de sombras ya han comenzado a arrojar todo tipo de infamias o medias verdades sobre el movimiento del 15M: que si Sáenz de Inestrillas, el ultra condenado, también estaba en Sol; que si Enrique Dans, un hombre de negocios relacionado con la banca y con el negocio turístico es uno de los promotores del movimiento 15M; que si quienes quedan en las plazas después del 22M son gente que ya nada tiene que ver con la idea primera, que se dedican a promover la liberación del tomate, el sonido del gong o el reiki; que si es el  CNI quien está detrás de todo esto para desvirtuarlo etc, etc.

Este sábado, en la asamblea de mi barrio no he visto a nadie del CNI; ni a Enrique Dans; ni a Sáenz de Inestrillas. A quienes si he visto ha sido a caras conocidas del barrio; a gentes que siempre han estado peleándose por una zona verde, por un hospital para todos, personas preocupadas por el lugar en donde viven, en una gran asamblea llevada por unos jóvenes inexpertos en cualquier tipo de lucha social, que nunca hasta ahora habían salido a la calle a tomar una plaza, que nunca habían hablado en público ante dos mil personas. 

Eran nuestros hijos, los amigos de nuestros hijos, nosotros cuando éramos tan jóvenes como ellos. Yo he visto ese otro tiempo que se anuncia, que no sabemos como será pero que no queremos que nadie lo imagine por nosotros.    

1 comentario: