Mintieron a sabiendas,
ocultaron la realidad, abandonaron a millones de ciudadanos a su suerte, se
blindaron con grandes sueldos y buenos retiros- puestos en los organismos
internacionales o en el Consejo de Estado- algunos de ellos practicaron la
corrupción sin límite, y se pusieron al servicio de nuestros verdugos, así son
los dirigentes políticos españoles de la última década.
No vacilaron a la hora de
castigar a los jubilados, a los parados, a los funcionarios, desmontando
la sociedad del bienestar, atacando los derechos más elementales del ciudadano
y destruyendo gran parte del tejido productivo provocando con ello el cierre de
cientos de empresas y el paro de más de cinco millones de personas. Se pusieron,
sin dudarlo, a las órdenes del capital financiero al que sirven sin titubear.
De poco sirve lo que ellos crean, lo que han prometido en su campaña electoral,
si son capaces de traicionar a sus votantes que no harán con sus principios. Socialistas
y populares han practicado y practican, cada uno en su turno de gobierno, la
mentira y el olvido de sus compromisos electorales. Dicen que es por salvar el
país, sin embargo España no deja de hundirse, curiosamente cada paquete de
recortes trae aparejado mayor déficit.
Nadie , hasta hoy, nos ha explicado
el volumen de nuestra deuda por lo tanto no sabemos el tamaño real del agujero
ni los recortes que vamos a necesitar para salir de esta. Ayer mismo se
presentaba una serie de medidas drásticas que según el Gobierno llevarán a un
ahorro de 65000 millones de euros. ¿Eso es poco o mucho? ¿Cuánto hemos de
sufrir todavía? Lo mejor es no cuantificar, que el pueblo no sepa la dimensión
real de su sufrimiento, de esta manera puede ser castigado de forma continua.
En lo que va de año, el Gobierno del PP ha impuesto a los ciudadanos recortes
por valor de ciento veintidós mil millones de euros, una cantidad parecida es
la que se destina a tapar los desatinos de Cajas y Bancos.
Millones de ciudadanos
empobrecidos para enriquecer a los banqueros. ¿Como se entiende que las grandes
empresas y entidades financieras de los
35 valores de Ibex que no han producido beneficios en el último año hayan
subido el sueldo a todos sus consejeros, directivos y presidentes? El sueldo
medio de los consejeros se eleva a 550.000 mil euros anuales, el de los altos
directivos a 777.000 mil euros y el de los presidentes a 2,3 millones de euros.
Un auténtico escándalo. El Gobierno, tan duro con los de abajo, no ha pedido a
ningún ciudadano de esos que ganan por encima de los 100.000 euros al mes que
arrimen el hombro para sacar el país adelante. La cosa no va con ellos. La
asfixia de unos a costa del derroche de unos pocos.
La sesión de ayer del
Congreso de los Diputados fue la demostración más palmaria de quienes son
nuestros dirigentes políticos. Según le repitió varias veces Rajoy a Rubalcaba,
el PSOE les engañó cuando estos hicieron el traspaso del poderes, asegurándoles
que el déficit alcanzaba el seis por ciento
cuando en realidad estaba cercano al nueve. La persona que proporcionó
esos datos, Elena Salgado, ex ministra de Economía ha sido bien recompensada y
hoy ocupa un estupendo puesto en la Unión Europea. Rubalcaba a su vez ha
acusado a Rajoy de no haber cumplido ni una sola promesa electoral, engañando a
todos los españoles. Entre unas acusaciones y otras los diputados de uno u otro
signo no dejaban de aplaudir. No se sabe muy bien el por qué de aquellos
aplausos, si eran por la satisfacción que les producía el saberse de otra casta,
libres de cualquier varapalo económico, o fruto de su propia insensatez.
¿Por qué aplauden, señores, diputados?
¿Por
qué aplauden el sufrimiento de tanta gente?
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