domingo, 27 de marzo de 2011

EUFEMISMOS


Jean Ziegler, relator especial de Naciones Unidas para el Derecho a la alimentación, por cierto, el único relator de la ONU a quien el gobierno de los EE.UU se ha negado a recibir debido a su postura crítica; este escritor, sociólogo y ex diputado suizo que lleva décadas denunciando el manejo por unos pocos de este  mundo en el que nos toca vivir, refiriéndose a países como España, Inglaterra o Francia, me explicaba como los jefes de gobierno de estos países “lo primero que hacen por la mañana es mirar las cifras de la Bolsa, los indicadores bursátiles de Nueva York, de Tokio, del día anterior, para saber cuál es el milímetro de espacio que tienen para su política fiscal, su política de empleo, su política de inversiones”. De esa dependencia que tiene el poder político del poder financiero habla también el sociólogo alemán, Jünger Habermas, que dice: “de ahora en adelante todo lo que pueden hacer los Estados es, “Weltinnenpolitik”, es decir, “política interior mundial”, esto es, simplemente aplicar en el territorio nacional las directivas del capital financiero mundializado”.

Ziegler y Habermas anticipaban lo que hoy ya mucha gente sabe y lo que los políticos ya no se molestan en ocultar: que ellos, que ocupan el poder gracias al voto de los ciudadanos, a quien realmente obedecen es al poder económico y financiero. Por eso no es de extrañar la perla que ayer nos dedicó el presidente Zapatero al decir sin ambages ante los empresarios reunidos en la Moncloa que “el diferencial con Alemania es un marcapasos que sigo día a día; si baja voy bien, si sube tengo problemas”.
  
Cuando uno ve las imágenes del presidente del Banco de Santander en la Moncloa, haciendo exhibición de su poder, en mangas de camisa, con sus tirantes rojos, diciendo a los periodistas que hoy hace mejor tiempo que la última vez, con una familiaridad que refleja lo cómodo que se encuentra en aquel ambiente, recuerda las opiniones de Ziegler o de Habermas, acerca del margen de acción que les queda a nuestros gobernantes.

Sí, porque sabemos que ha sido Emilio Botín quien levantándose en medio de la reunión, tomó las riendas de la agenda para decir al presidente lo que debía de hacer en cuanto al llamado debate sucesorio. A Zapatero le faltará tiempo para seguir las recomendaciones de la élite empresarial. De hecho ya les ha pedido que se constituyan en órgano de consulta permanente, creando algo así como una Comisión Asesora de la Competitividad.  La zorra en el gallinero.

La música que ayer sonó en la Moncloa fue celestial para los oídos de muchos de los allí presentes que no dudaron en adular al presidente del Gobierno. ¿Cómo no les iba a gustar esa brillante idea de crear un plan de 30.000 becas para jóvenes? Botín se apresuró a decir: resérvame dos mil. ¿Acaso no sabemos ya por experiencia lo que esto significa? Sustituir puestos de trabajo fijos por empleo eventual al módico salario de 400 euros por cabeza. Una práctica que ya se está consolidando en el mundo de la empresa privada precarizando cada vez más el empleo sin que los sindicatos digan esta boca es mía. Algunas universidades privadas, lanzan a sus licenciados o alumnos de últimos cursos a subemplearse. Ellos pueden contar sus experiencias y vemos como de formación nada de nada y perspectivas de continuar pasados seis meses, ninguna si la empresa ha de pagarles un sueldo superior a esos 400 euros y muchas si continúan en las mismas condiciones o incluso gratis. 

Con esta medida, 30.000 jóvenes menos contabilizaran en las listas del paro juvenil mientras los empresarios se regocijan con las decisiones de un Gobierno que lejos de intentar cumplir su programa electoral (Zapatero prometió elevar la contratación indefinida y reducir el trabajo temporal) se ponen en línea con los intereses de aquellos que de verdad presionan para endurecer todavía más las medidas de austeridad. Eso que antes conocíamos como el Pacto de Estabilidad y ahora llaman Pacto del Euro. 

Eufemismos aparte tan solo resaltar dos noticias que hoy aparecen en la prensa: por vez primera, casi medio millón de personas, la mayoría jóvenes, se han opuesto en las calles de Londres a que les sigan aplicando sobre sus bolsillos las recetas de la crisis. La otra noticia es que una vez más los directivos de una gran empresa, una de las causantes de la crisis económica mundial, y curiosamente la que se dedica a dar calificaciones a los gobiernos (esa a la que se refería Zapatero ante los empresarios cuando les dijo que era como un marcapasos para él, si, Moody,s ) subía a su cúpula directiva el sueldo un 70% . No es de extrañar que Botín entre en la Moncloa ajustándose sus gruesos tirantes rojos o que Alierta presida esa Comisión asesora que les “pide” Zapatero.

martes, 22 de marzo de 2011

LA DECISIÓN DE ZAPATERO

Dice el presidente del Gobierno que se lo va a pensar. Menuda sorpresa y yo que creía que ya lo había hecho. ¿No habíamos quedado en que hace un par de meses les había confesado a su mujer y a un buen amigo su decisión? Que se va a pensar si se presenta o no a las elecciones generales del próximo año. Y dice que lo va a hacer teniendo en cuenta los intereses de España y de su partido. ¿Cuáles son los intereses de España? ¿Son los mismos para el que para mí? Los intereses de su partido parecen más claros: estar en el poder el mayor tiempo posible. Y ¿qué ocurrirá si los intereses de España no coinciden con los intereses de su  partido? ¿O es que necesariamente han de coincidir? España, de nuevo España. España para todo y para todos. 

Yo que ignoro cuales son esos elevados intereses patrios sin embargo si sé que los intereses de España tendrían que atender a los deseos del pueblo español y no creo que tengan mucho que ver con las últimas decisiones que ha tenido que tomar el presidente Zapatero acuciado por la presión de los mercados y del poder económico.

Deshojando la margarita

Si, el presidente está deshojando la margarita, mientras los grandes medios de comunicación intentan comunicar a los sufridos ciudadanos la inquietud de esa decisión, sin darse cuenta de que ese gran secreto que el  presidente del Gobierno ha confiado a su mujer y a su buen amigo se ha convertido en un secreto irrelevante. Hoy mismo, al salir de casa, mi portero me lo decía. También la señora a la que hace años le compro el periódico; mi vecino, prejubilado a la fuerza; el tendero, y hasta el conductor del autobús lo comentaban. Qué más da que el presidente del Gobierno  se presente o no a las elecciones generales si tan solo un milagro puede hacer que el o cualquiera de su partido las pueda ganar. Y los milagros, incluso para los creyentes, son algo excepcional.

La “baraka” 

A mi juicio, Rodríguez Zapatero es producto de un trágico hecho fortuito (los atentados del 11M), y de una cadena de errores y de mentiras del gobierno de José María Aznar, como : involucrar a España en la invasión de Irak justificando la existencia de armas de destrucción masiva; la gran marea negra ocasionada por el buque Prestige frente a las costas gallegas; los ocultamientos en el accidente del Yak 42,  o la gestión del atentado de Atocha dos días antes de las votaciones de marzo de 2004. Tan solo estos cuatro ejemplos bastan para justificar la movilización del electorado de izquierdas, incluso los más jóvenes, para dar la victoria electoral a José Luís Rodríguez Zapatero, un novato que días antes contaba lo que su madre le había dicho : "Hijo creo que vas a ser presidente”. Amores de madre que coincidieron con el vaticinio mejor informado de un banquero interesado, Emilio Botín, que creyó que había que apostar en el último tramo de la carrera electoral. 

La madre de Zapatero y el banquero sagaz, tuvieron razón y Zapatero fue presidente. Muchos creen que si los atentados de Atocha no hubieran sucedido y el Gobierno del PP no hubiera gestionado tan mal aquellos dramáticos acontecimientos, la victoria de aquel joven leones no estaría tan clara. Se comenzó a decir, desde las propias filas del PSOE, que Zapatero tenía “baraka”, o lo que es lo mismo, que era una persona a la que la suerte acompañaba. “Baraka” o milagro, lo cierto es que pletórico de ilusión aquel joven político se vio a sí mismo como el elegido para conducir a España por el buen camino. Y lo primero que hizo fue congraciarse con su electorado. Abrazar a los actores y representantes del mundo de la cultura que le habían apoyado- “No os defraudaré”-, retirar las tropas españolas de Irak, y reconocer los matrimonios gays. 

Hay una célebre frase de Alfonso Guerra pronunciada al poco de llegar el PSOE al poder en 1982: “A este país no lo va a conocer ni la madre que lo pario”.  Y algo así debió de creer Rodríguez Zapatero que él podía hacer sin darse cuenta de que él no era Alfonso Guerra y que los tiempos tampoco eran los mismos Y todo lo que fue cambio y progreso en los primeros años del Gobierno de González-Guerra, Zapatero y de la Vega lo convirtieron  en el Gobierno de Don Absurdo.

Don Absurdo

Sí, porque absurdo fue el decir que en España habría pleno empleo cuando comenzaban a aparecer los libros de importantes analistas anunciando el fin del trabajo en todo el mundo, fruto de las revoluciones tecnológicas que desplazaban mano de obra productiva, de las políticas neoliberales y de las tendencias liberalizadoras que permitían deslocalizar empresas y  traer de los países más pobres la mano de obra barata. O los deseos expresados por la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional de terminar con el llamado Estado del Bienestar en Europa. Aunque tan solo hubiera sido por eso el joven presidente recién llegado al cargo tenía que haber escuchado a sus asesores que le advirtieron que aquel anuncio era muy optimista. Claro está, entonces nadie podía prever las dimensiones de la crisis mundial que años después iba a estallar, comenzando en los Estados Unidos y contagiando a toda Europa.

¿Quién iba a decirle al presidente de la “baraka” y del milagro que él no tenía razón? El, que contra todo pronóstico había llevado al socialismo de nuevo al poder en España. Entonces no se dio cuenta de que la suerte tan solo aparece en contadas ocasiones y que entonces ya comenzaba a abandonarle. Tampoco se percató cuando, sin tener en cuenta los intentos anteriores de llegar a una negociación con ETA, en la que habían fracasado tanto Felipe González como José María Aznar, el intrépido Zapatero, creyéndose una persona singular, se lanzó en picado  a unas conversaciones de las que salió trasquilado, llegando a anunciar públicamente que ETA pronto dejaría de matar. Todavía no se habían apagado en la prensa los ecos de aquellas declaraciones del presidente Zapatero cuando se produjo el atentado de la T-4 en Madrid. Decididamente aquel presidente que se creía elegido para la gloria estaba patinando.

Para contrarrestar estos tropezones comenzó a hacer toda una serie de anuncios de política social: La ley de Dependencia, una de las más ambiciosas y mejor recibidas (algunas autonomías del PP se encargaron pronto de boicotearla); los 2500 euros por niño nacido, que alcanzó tanto al hijo del millonario para quien nada significaba esta ayuda, como al hijo del obrero más necesitado; los 400 euros de deducción en el IRPF, también con carácter general. 

Falso optimismo

España tenía superávit y había que repartirlo entre todos, sin excepción. Cuando esto sucedió otras voces aconsejaron guardar para cuando vinieran mal dadas, pero chocaron contra el optimismo y la ceguera del presidente. Optimismo y ceguera que ya se hicieron tristemente célebres cuando estalló la crisis mundial, primero con la quiebra de importantes empresas de seguros y del sector bancario en los Estados Unidos. Entonces Zapatero apareció en la televisión tranquilizando a todos los españoles y felicitándose porque todo aquello que hacía tambalear a la economía financiera mundial no pudiera llegar a España porque, como decía el hombre tranquilo sentado en la Moncloa: “Hemos hecho bien nuestros deberes” y la fortaleza del sector financiero español no se iba a dejar contagiar por el arrastre de la caída del modelo neoliberal.

Claro que llegó. Naturalmente que llegó, arrasando a su paso a los más débiles. El huracán financiero no perdonó a España sino, que muy al contrario se cebó más en nuestro país en donde la burbuja inmobiliaria había crecido gracias al crédito  desmedido y a una economía heredada que los socialistas mantuvieron y defendieron como señal de progreso. Comenzaron las suspensiones de pagos en cadena y el paro aumentó hasta cifras alarmantes, superando el 20%. Aun entonces el optimista e impenitente presidente, seguía negando la crisis, dando fechas para la pronta salida y hablando de los “brotes verdes” que ya comenzaban a verse. Tan solo en su imaginación. En esos días el libro más vendido en España fue “El Crash del 2010”, del catedrático Santiago Niño Becerra, en el que se anunciaba que lo más duro estaba todavía por venir. Vaya, que el presidente no daba ni una. 

La puesta en marcha del llamado Plan E, para dar ayuda a los más necesitados resultó un fiasco, ocasionando un gasto de 5.000 millones de euros para obras irrelevantes y poco útiles. Plan para hoy, hambre para mañana.  

Los Expedientes de Regulación de Empleo de multiplicaron en un año por 600. Hombres y mujeres con más de cincuenta y dos años se iban a sus casas con gran parte del sueldo a sentarse en un sillón, ponerse el chándal y dar paseos por los parques públicos. Viva la sociedad del bienestar. Los sindicatos mayoritarios incentivaron y apoyaron estas medidas en tiempos de crisis.   

La conspiración de los mercados

Finalmente, ya sin su “baraka”, el presidente Zapatero se vio obligado a reconocer la terrible realidad de la crisis pero, eso sí, denunció que era víctima de una conspiración de los mercados financieros, que primero habían ido a por Grecia, después por Irlanda e intentaban hacer que los PIGS (las siglas de Portugal, Irlanda, Grecia y España) cayeran uno tras otro. Con conspiración o no, Zapatero volvió una vez más a comparecer ante la televisión para anunciar lo que Europa y el Fondo Monetario Internacional le exigían llevar a cabo: duras medidas contra las víctimas de la crisis y perdón,  olvido y ayuda a sus causantes. Entonces, aquel presidente que dijo tener que aplicar las medidas a su pesar, perdió la oportunidad de salir por la puerta grande y hacerse perdonar sus anteriores errores abandonando el Gobierno y negándose a hacer de verdugo de las políticas de otros aplicando duras medidas antisociales. Y recortó por donde más dolía: a los pobres pensionistas; alargó la edad de jubilación; firmó acuerdos de empleo que propiciaron todavía más la temporalidad; elevó el desempleo juvenil por encima del 40%, y todavía hoy se anuncian medidas más duras, augurios que llegan primero desde los organismos internacionales y acto seguido son repetidos al pie de la letra por un gobierno socialista al que muchos creen ya de pacotilla. 

Las encuestas muestran datos muy preocupantes para los socialistas: una pérdida de votos cercana al  veinte por ciento; la posible pérdida del Gobierno autonómico en Andalucía y una desafección grande de los ciudadanos ante sus políticos. Tres de cada cinco españoles manifiestan que no les gusta ni Zapatero ni Rajoy como presidente de Gobierno. Pues vamos listos, porque todo el éxito de uno crece a la sombra de la tumba del otro. 

Falsa expectación

¿Cómo comprender la expectación que ha despertado estos días el anuncio del presidente Zapatero acerca de su futuro? Su futuro se lo ha ganado a pulso. Por eso decía al principio del artículo que resulta totalmente irrelevante el hecho de que Zapatero se presente o no a las elecciones generales del 2012 y que salvo un milagro, que esperamos que esta vez no esté preparado por algún demonio, el socialismo tal y como lo conocemos hoy en España, desprovisto de la utopía, de la voluntad de cambio, actuando como meros administradores del sistema económico mundial, va a desaparecer por mucho tiempo. 

No, que nadie se asuste, no va a pasar nada. Tendremos más ex presidentes en consejos de administración con sueldos de 177.000 euros anuales por acudir de vez en cuando a una reunión, además de su estatuto y prebendas contempladas en la ley; más ex diputados con su jubilación ganada en tan solo ocho años sentados en sus escaños; miles de teléfonos móviles y tarjetas oro, cientos de coches oficiales, todo a cargo del contribuyente, es decir de nuestros bolsillos maltratados por aquellos que no han tardado mucho en abandonar lo que un día fue un sueño de quienes les votaron, por aquellos que pronto han dejado de pensar que luchar por conseguir un mundo más justo era posible y necesario. 

Y llegarán otros mucho peores que estos, llegarán con el mensaje de que la herencia que les han dejado es tan mala que no tienen más remedio que proceder a nuevos ajustes, ajustes eso sí sobre las espaldas de los más débiles.

Los tres sobres

Y se cumplirá la regla de los tres sobres ya conocida entre aquellos que llegan a sentarse en el sillón del poder, que dice así: cuando uno llega a la mesa de su despacho se encuentra sobre ella tres sobres cerrados y una nota. La nota dice: “Cuando tengas un problema abre el primer sobre” El momento llega a los pocos días y el hombre o la mujer elegidos abren el primer sobre y leen “De todo lo que te ocurra échale la culpa a tu antecesor”. Y aparecen en la televisión contando a los ciudadanos lo mal que han encontrado todo (la teoría de la basura bajo la alfombra) y el pueblo lo entiende y asume el sacrificio que le piden. Pero no se arregla. Entonces el dignatario se ve obligado a abrir el segundo sobre y dentro de él encuentra un papel escrito con estas o parecidas palabras: “Échale la culpa a los tuyos”. Y comienzan los ceses y los cambios de gobierno. Y, por fin, el momento menos deseado, nuestro hombre o nuestra mujer ha de abrir el tercer sobre, más abultado que los dos anteriores, que para su sorpresa contiene otros tres sobre con una nota escueta que dice así: “Déjalos en la mesa para el siguiente”

domingo, 20 de marzo de 2011

ENGAÑOS, MENTIRAS Y…..CONSEJOS DE MINISTROS



Nada de lo que voy a decir aquí es nuevo. Que nos mienten, nos engañan y apenas si tenemos capacidad de defendernos lo saben todos los ciudadanos que lo sufren cada día. Las grandes entidades financieras, es decir los bancos; los notarios; las grandes empresas eléctricas; los operadores de telecomunicaciones; los empresarios privados; los farmacéuticos y hasta los pescaderos, por citar algunos de los muchos ejemplos que harían la lista interminable, nos convierten en víctimas de un sistema que si bien reconoce que el ciudadano es víctima de este pillaje continuado no hace nada por evitarlo.

El Defensor del Pueblo; los servicios del Banco de España a los que puede acudir el consumidor; los de los Ayuntamientos y las Comunidades Autónomas; las Organizaciones de Consumidores y Usuarios; la Administración y hasta el propio Gobierno y el Parlamento que aprueba las leyes se declaran incapaces de proteger el ciudadano. Acumulan miles de quejas con las que anualmente confeccionan una estadística con la que cubren así el expediente de los enormes gastos que cuestan a los ciudadanos organismos inoperantes que ponen en evidencia como los mecanismos de control de la democracia se burlan cada día.

Si usted tiene que ir a un notario a cancelar una deuda hipotecaria prepárese pues con toda seguridad le va a cobrar por la escritura de cancelación al menos diez veces más de lo que marca la ley aprobada por el Gobierno hace casi cuatro años que fija una tasa fija de 30 euros que ningún notario cumple. Y si usted intenta presentar una queja ante el Colegio de Notarios ya sabe desde un principio que esta no va a prosperar: unos se protegen a otros. Pero si va más allá y acude a la Dirección General del Registro y Notariado del Ministerio de Justicia prepárese para esperar unos cuantos meses hasta que al final recibe la respuesta diciéndole que recurra a los tribunales. Y, si desesperado, se afilia a la Organización de Consumidores y Usuarios, sus abogados le explicaran por teléfono lo difícil que está la cosa como ellos nada pueden hacer por ayudarle. Y usted, ciudadano agotado y cabreado, regresará a su casa sintiéndose impotente y todo lo más acudirá a un programa de radio para expresar la tropelía de la que ha sido objeto preguntándose para que sirven entonces todas esas leyes que aprueba el Gobierno en Consejo de Ministros. Lo único que le puede aplacar es el pensar que, bueno, al fin y al cabo, se trata de dinero y que le vamos a hacer si le han timado trescientos o cuatrocientos euros. Que usted ha hecho lo que ha podido aunque al final no haya podido hacer nada por impedirlo.

Claro que si a esto le sumamos que su banco le ha cobrado indebidamente las comisiones autorizadas por el Banco de España, la cosa se complica. Pero hasta aquí todo es dinero, eso sí, dinero suyo que le sustraen del bolsillo a la vista y con el plácet de todos, pero al fin y al cabo dinero.

Pero si su padre o a su madre ya tienen una edad y además alguno de ellos precisa de permanentes cuidados por tratarse de personas impedidas y acude a la ley de Dependencia tan aireada por el Gobierno, prepárese pues según la Comunidad Autónoma en donde vivan los dependientes así va a tener usted que esperar un año, varios o ver como entierra a sus padres sin que jamás le hayan llegado los papeles aprobados. El Gobierno y las Comunidades Autónomas se echarán la pelota de la culpa del uno, pero, claro, que no le pregunten a usted por las ayudas y leyes aprobadas por nuestros diputados en el Congreso. Los mismos a los que no les falta de nada como todos sabemos.

Y si usted es un trabajador autónomo, me refiero a un simple trabajador y no a aquellos que utilizan las sociedades limitadas para enriquecerse, pues bien si usted es un autónomo ya sabe que  a pesar de haber sido aprobada la ley hace años no ha tenido desarrollo y usted no tiene derecho a paro si se queda sin trabajo, tampoco a vacaciones remuneradas ni a otros derechos que cubren a los trabajadores con contrato. 

Pero ¿Qué sucede cuando salimos a realizar nuestras compras diarias o hacemos una gestión? Si ha de utilizar el teléfono prepárese para pelearse con los contestadores automáticos de un 902, para colgar finalmente sin haber resuelto nada, aunque eso sí, con unos euros menos en su bolsillo. Si va a la farmacia cada una le cobrará lo que le venga en gana sin que ni el farmacéutico ni el dependiente hagan el menor gesto por darle a usted una factura por su compra. Si va al pescadero ya sabe que le va a vender una merluza africana al precio de la merluza gallega del pincho y así el fraude se va extendiendo al frutero, al charcutero, al huevero, al super de su barrio en un largo, larguísimo etc.

Las compañías eléctricas nos aplican tarifas abusivas con la comprensión del Ministerio de Industria, obligándonos a pagar ya no por la lectura del contador sino por sus propias estimaciones que resultan ser falsas y fraudulentas. Las de telecomunicaciones realizan abusos en nuestras contrataciones de los teléfonos móviles. La práctica del engaño se extiende como una mancha de aceite impregnando cada día más todo el tejido social. Cada año las entidades financieras, las eléctricas y las de telecomunicaciones alardean públicamente de sus cuentas de resultados engordadas con la mentira y el engaño al ciudadano premiando con bonus de infarto a sus directivos , aquellos que han llevado a la práctica con frialdad y sangre fría la doctrina del saqueo  

¿Qué puede hacer el ciudadano ante tanto atropello? Nada ¿Quién le ampara? Nadie ¿Para qué sirven las organizaciones que supuestamente le protegen? Para nada. Si usted cree que exagero o si todavía usted no se ha dado cuenta del timo diario al que es sometido tan solo decirle que todas y cada una de las cosas que aquí cuento no pertenecen al mundo de la ficción sino que son tristemente reales.

El Gobierno anuncia nuevas leyes para proteger al ciudadano, lo que no nos asegura nadie es que se vayan a cumplir.

viernes, 18 de marzo de 2011

LA DIPUTADA CIDINHA CAMPOS,


No sé si ustedes conocerán a una mujer brasileira, llamada Maria Aparecida Campos Straus, más conocida como Cidinha Campos, política y periodista, capaz de hablar alto y claro. Tiene 69 años  y lleva más de veinte afiliada al Partido de los Trabajadores.  Está en la política desde hace treinta años y su voz no ha dejado de oirse con fuerza desde entonces. 

Cidinha Campos es una de las voces que los grandes medios de comunicación ocultan: miles y miles de voces sepultadas en todo el mundo para evitar que los ciudadanos del planeta sigan su ejemplo o cuando menos vean como se ejerce la libertad en una democracia corrupta e incipiente. Lo que dice esta mujer es válido en cualquier lugar del planeta. Habla de la corrupción , de la corrupción personal e institucional. De como los altos estamentos de la política y de la justicia del Brasil están corruptos. Y su discurso a todos nos recuerda hechos que suceden en nuestros paises. Pero sobre todo lo que más sorprende en ella es la forma de ejercer su libertad. Y uno se pregunta porqué en nuestro paìs jamás hemos visto a ningun diputado o senador,diputada o senadora, llamar  a las cosas por su nombre y defender en el nuestro la legitimidad y la legalidad.    
   
Cidinha, la olvidada por los grandes medios de comunicación, tiene un lugar de honor en las redes sociales y su discurso llega ya a todo el mundo que quiera escucharla. Su voz ha comenzado a tener influencia en paises como Portugal, Angola y Mozambique, sobre todo a raíz de su campaña pública en contra del diputado José Nader, del partido laborista del Brasil, que se postuló para ocupar una plaza en el  Tribunal de Cuentas del Estado de Rio de Janeiro . Gracias a sus intervenciones ni José Nader ni si hijo nunca fueron elegidos.

En España echamos en falta una persona como ella o al menos a alguien que siga su ejemplo. Acostumbrados al pesebrismo de nuestros políticos, el ejemplo de Cidinha hace que nuestro Parlamento parezca rídiculo y absurdo. Echamos mucho de menos a José Antonio Labordeta, uno de los escasísismos diputados que desde el advenimiento de la democracia fue capaz de decir las cosas por su nombre. 

Cidinha es una de esas personas que hoy merece mi atención. A quienes no la conozcan les ofrezco este enlace para que puedan ver como defiende sus ideas en un ambiente que no siempre resulta favorable. En este caso ssus palabras valen más que mil imágenes.


http://www.youtube.com/watch?v=n8-WBvEfdH8


jueves, 17 de marzo de 2011

LOS HÉROES DE FUKUSHIMA



Así se conocen ya a los 150 hombres que forman los tres grupos de cincuenta personas que día y noche intentan refrigerar el reactor tres de la central nuclear japonesa de Fukushima afectada tras el terremoto y en la que se están produciendo importantes fugas de plutonio. Todos ellos sabían antes de entrar que su trabajo era letal, no en vano se trata de trabajadores especializados e ingenieros de esta central nuclear. Veinte de ellos ya han tenido que ser retirados en muy mal estado, invadidos por la altísima radiación de plutonio que se ha desprendido del reactor nuclear sometido a altísimas temperaturas. 

De lo que se trata es de lograr refrigerarlo a toda costa. Se está intentando desde el exterior, con helicópteros que apenas pueden sobrevolar debido al plutonio desprendido, o con camiones cisterna cerrados herméticamente pero que a pesar de ello han de retroceder debido a las filtraciones de la radicación. Si esto ocurre a metros de distancia que no pasará a unos metros. 

Cada día una decena de estos ciento cincuenta héroes de Fukushima caen en silencio lejos de las cámaras de televisión o de la publicidad de la prensa. Las bajas aumentan por horas, sin embargo los tres grupos de cincuenta personas siguen entrando cada ocho horas al corazón de la central para intentar controlar la situación mientras ven como sus compañeros dejan la vida en el intento. Lejos de hacerlos retroceder cada día es mayor la lista de voluntarios. Se ha dado prioridad a los jubilados pues a la hora de morir son quienes aparentemente tienen menos que perder. 

Los héroes anónimos de Fukushima es muy posible que estén entregando sus vidas por nada, ellos saben que es muy difícil salir con vida del intento y que posiblemente la solución ya no esté en sus manos y quizás en las de nadie. Pero siguen entrando para intentar evitar una catástrofe mayor. 

Una fila silenciosa de hombres vestidos con escafandras blancas entran y salen de la central nuclear cuando en un aérea de treinta kilómetros todo el mundo ha huido o se ocultan en sus casas. Entran en silencio. Salen en silencio. Se trata de una cadena que no cesa. En Japón ya se les conoce como los héroes de Fukushima. Ellos se sumaran a las más de 15.000 víctimas del terremoto. 

El mundo entero asiste en silencio a este desfile con el corazón encogido. Me cuentan que en Japón hay muchas familias que ignoran que su esposo, su hijo, su padre o su hermano están apuntados en la lista para formar parte de este batallón silencioso. Cuando ven que faltan muchas horas de casa crece la sospecha, preguntan entre los vecinos si alguien les ha visto. Como respuesta todos bajan la cabeza en señal de respeto. Quién sabe si alguno de ellos no formará parte de la lista esta tarde, esta noche o mañana temprano.  

lunes, 14 de marzo de 2011

¿QUIEN MANEJA LOS MEDIOS DE COMUNICACION?


HACIA UNA SOCIEDAD VIGILADA

Tienen el poder de crear opinión entre amplios sectores de la sociedad y de derribar a un Gobierno. Son más que un partido político. Su fortaleza es mayor que la  de muchas instituciones. Pueden ser el poder o la oposición, según convenga. Los Gobiernos les temen, los partidos políticos les necesitan, el jefe del Estado les mima y el pueblo ríe y llora con ellos mientras influye en sus comportamientos de forma muy notable.

Se trata de un gran poder económico y político en manos de unos pocos. Los banqueros más poderosos e influyentes participan en ellos de una u otra manera y los grandes magnates internacionales ya han comenzado a hacerse con ellos. Estamos hablando de los medios de comunicación, del llamado poder mediático que está usurpando las funciones de los ciudadanos a la hora de decidir. La democracia concebida como representación se transforma en una falsa realidad creada a imagen y semejanza de los intereses de unos pocos a quienes, por cierto, nadie ha elegido.     

España, al igual que otros países, lleva camino de convertirse en una sociedad  "vigilada" por los grandes medios de comunicación. Lo que comenzó siendo un servicio público se está transformando en el más privado de los servicios. Su poder conquista vanidades y son muy pocos los que no se hipotecan por verse reflejados a través de la pantalla o ver su nombre esculpido en negritas en letra impresa.

 En esta nueva sociedad todo aquel que no tiene presencia en los medios carece de entidad, no existe. Una buena imagen o un titular pueden cambiar la opinión de la sociedad sobre cualquier persona, hecho o planteamiento.

En una cultura en la que prima la apariencia sobre el contenido, los medios de comunicación se han convertido en los grandes publicistas de un modelo que ha convertido a los espectadores de ciudadanos en consumidores creándoles tal cantidad de necesidades e insatisfacciones que a menudo terminan tumbados en el diván del siquiatra sin saber muy bien por qué.

LOS NUEVOS AMOS DE LA INFORMACIÓN

Ya no podemos hablar del “cuarto poder”, como corrector del poder político o económico en defensa del ciudadano. Hoy los grandes medios de comunicación han sido comprados por el poder financiero o están en manos del aquellos con mayor poder económico que son finalmente quienes tienen la capacidad de decidir acerca de la información que llega a los ciudadanos, en qué proporción y que es aquello que se les debe de ocultar. Gran parte de los nuevos periodistas juegan el papel de amanuenses de este poder y los vemos actuar a menudo como comparsas del sistema.

Los banqueros se expresan a través de los grandes medios con tranquilidad, Sus Juntas anuales de accionistas se televisan mientras sus beneficios crecen. Una pequeña parte de estos dividendos serán reinvertidos en comprar más medios para que el mensaje llegue sin interferencias.

Esos son los auténticos amos de la comunicación: magnates que obedeciendo intereses ajenos a los de los ciudadanos concentran grandes medios en sus manos para conformar la opinión u orientar el consumo. Y dentro del gran mercado también se crean líderes políticos, por supuesto aquellos que mejor sirvan a los intereses de quienes de verdad mandan y deciden.

PERIODISTAS DE TALONARIO

Los nuevos amos de la comunicación utilizan la información en el terreno político, para obtener más poder o incrementar sus  beneficios económicos.

De este modo se ha llegado a desnaturalizar el papel de las redacciones transformando el proceso informativo en una gran farsa. Al frente de jóvenes periodistas, poco expertos y con grandes ganas de conseguir y conservar su primer empleo, se pone a periodistas ambiciosos y desaprensivos deseosos de ser fieles a un patrón siempre y cuando ello signifique una buena contraprestación económica. Hoy es frecuente ver a periodistas millonarios, alardeando de bienes y fortuna, convertidos en la voz de su amo. Incluso algunos veteranos del oficio no dudan en afirmar que  “Cada periodista tiene la personalidad del medio para el que trabaja” como si el ejercicio de la profesión dependiera únicamente del talonario..

Los grandes medios de comunicación han convertido a los periodistas en estrellas de la radio o de la televisión. Cuando actúan lo hacen de acuerdo a un guión  obsesionados con que su espectáculo tenga en mayor éxito posible. Así se convierten en esclavos del share, el porcentaje que mide el número de seguidores que tiene cada programa, de tal forma que en las reuniones de redacción los directores se preocupan más por ese porcentaje que por la información misma. Intentan ser vistos a cualquier precio para seguir cobrando esos sueldos de estrellas millonarias y con pocos escrúpulos se trastoca la información, exagerando el morbo a través de los sucesos o la prensa del corazón, convirtiendo la información internacional en mero espectáculo, evitando el razonar sobre lo que sucede y potenciando las imágenes de catástrofes o desgracias personales. Los programadores miden con el mismo rasero la información que los programas de variedades y les exigen a sus periodistas que mantengan el ritmo y el interés del público al margen de lo que la actualidad determine cada día.

El prestigioso sociólogo francés Pierre Bourdieu habla en su libro “Sobre la Televisión” de  “una determinada categoría de periodistas, contratados a golpe de talonario por su docilidad para someterse sin escrúpulos  a las expectativas del público menos exigente, y, por lo tanto, los más cínicos, los más indiferentes a cualquier forma de deontología”.

Ellos obedecen las órdenes de los nuevos amos de la información. Llenan las páginas o las pantallas de televisión de sucesos y noticias del corazón dejando de lado las noticias que debería conocer el ciudadano para ejercer sus derechos democráticos. Bourdieu analiza como “se sacrifica el periodismo de investigación en beneficio del animador bufón, al sustituir la información, el análisis, la entrevista en profundidad, la discusión de expertos, el reportaje, por la mera diversión “

LA INFORMACIÓN ÚNICA

Esta gigantesca concentración de capitales tiende hacia la información única. Herbert I. Schiller, filósofo y sociólogo, y uno de los más destacados investigadores norteamericanos de la industria de la comunicación asegura que la producción y difusión de gran parte de los mensajes e imágenes ofrecidos por los llamados amos de la información “se exponen mientras el país se encuentra inundado de sórdidos chanchullos, funcionarios corruptos, infracciones generales e incontables escándalos personales” 

Schiller afirma que el poder económico se ha hecho muy fuerte limitando el poder de los gobiernos que cada vez son más débiles y advierte que  constituye la amenaza más temible para el bienestar individual y de la comunidad.

En este avance hacia el mercado unificado de la información vemos como cada vez se imponen más los mensajes elaborados desde las grandes agencias internacionales de noticias y como este se distorsiona o falsea.

Numerosos reportajes presentados como periodismo de investigación son meras invenciones y las  noticias de los informativos de las televisiones con mayor audiencia se asemejan cada día más a un spot  publicitario. De este gran montaje no se libran ni los jefes de Gobierno. Ya en el mes de febrero de 1999, en declaraciones al periódico El Mundo, el entonces primer ministro italiano, Massimo D` Alema aseguraba que “casi todas las noticias que publican los periódicos italianos son falsas”.

El ciudadano está más desinformado que nunca y en medio de esta farsa de los mass media, que consiste en ofrecer más  noticias que nunca, aduciendo así que el público se encuentra mejor informado, surgen las quejas de los ciudadanos más conscientes que pronto son relegados y expulsados del universo de la televisión primero y de las revistas de información después, al dirigirse estas hacia un público desinformado y fácilmente manejable.

UNA REALIDAD DISTORSIONADA


La imagen de nuestra sociedad tal y como la reflejan los medios  es insolidaria, egoísta, agresiva, autosuficiente y consumista presentando a los partidos políticos como organizaciones corruptas  (diferentes perros con distinto collar) y causantes de todos los males que ocurren. Las autonomías son un despilfarro y un gasto innecesario; las lenguas de cada comunidad, una barrera; los emigrantes un sector conflictivo y violento.  Para defenderse de todo esto nada mejor que  el individualismo: cada uno encerrado en su casa, desconfiando de todo y de todos  pero eso sí, viendo mucha televisión; consumiendo mucha televisión.

La sociedad se refleja en el espejo que los medios les ponen delante, ofreciéndoles  una imagen distorsionada de sí misma. Los media no solamente nos indican el modelo físico al que todo individuo tiene aspirar (detrás se esconden multinacionales de la alimentación light) sino también cual debe ser nuestra forma de pensar y reaccionar ante los diferentes acontecimientos  sociales, económicos y políticos. Les dicen lo que es bueno y malo, de quién deben fiarse y de quién no etc. No se trata todavía del Gran Hermano del que hablaba Orwell pero sí de un medio cada vez menos formativo y plural que obedece a los intereses particulares de unos pocos.

EL “REBAÑO DESCONCERTADO”

El poder financiero, es decir, el que controla los medios de información, tal y como advierte el lingüista Noam Chomsky se ocupa de que a la población “se le prive de toda forma de organización para evitar así los problemas que pudiera causar. La mayoría de los individuos tendrían que sentarse frente al televisor y masticar religiosamente el mensaje”

Los ciudadanos viven una realidad impuesta por los grandes medios. La televisión convierte en normal lo excepcional. Un informativo no es más que una suma de hechos excepcionales, en tanto que serán más noticia cuanto  más se alejen de lo común. Todos estos hechos noticiosos, puestos uno a continuación del otro, conforman en el espectador una idea aproximada de lo que los medios le dicen que es el mundo y día a día lo que los espacios de información pretenden comunicarnos es el pulso de ese mundo creado a imagen y semejanza de sus propios intereses. Una vez más la realidad se convierte en ficción.

Los medios no dudan hoy en falsificar la historia o en silenciar aquella parte que no les interesa que se conozca para manejar mejor a la población. Se crea frente al televisor lo que Bourdieu  llama el “rebaño desconcertado” al que se le dice lo que tienen que hacer y pensar porqué de esto se trata: de influir en la gran mayoría para despojarla de su poder. Como dice Noam Chomsky “Al rebaño hay que desconcertarlo, que distraerlo, hay que hacer que conserve un miedo permanente y marginarle”  Es necesario que mire hacia otro lado, que no participe. Otros lo están haciendo ya por él.

EL SEGUNDO PODER

Esta forma soterrada de totalitarismo impuesto a través de los medios no busca otra cosa que suplantar la democracia a favor de los mecanismos financieros. El ensayista neoliberal,  Alain Minc, representa muy bien la corriente de opinión de aquellos que creen, como él, que el capitalismo es el estado natural de la sociedad y no la democracia a lo que contesta el antiguo primer ministro francés, Raymond Barre, diciendo que “ no se puede dejar el mundo en manos de una banda de irresponsables de treinta años que no piensan sino en hacer dinero”.

Estos nuevos yuppies de la comunicación, que trabajan para las firmas económicas  más poderosas lo analizan todo a favor del mercado. La democracia no es para ellos. El periodista y estudioso de los medios, Ignacio Ramonet,  dice refiriéndose a los nuevos amos de la información que “A sus ojos, el poder político no es sino el tercer poder. Antes está el poder económico y luego el poder mediático. Y así cuando se posea esos dos, como bien ha demostrado en Italia el Sr. Berlusconi, hacerse con el poder político no es más que una formalidad”

De esta forma se transgreden los principios básicos de una democracia como ya alertó el filósofo y pensador Karl Popper (“La televisión, un peligro para la democracia”).

          Quienes dominan los medios también aspiran a manejar el poder político. Ellos son hoy muy poderosos. No en vano se hacen llamar los nuevos amos de la información. Y ustedes, es decir nosotros, muy pronto seremos llamados de nuevo por los medios para acudir a las urnas. Piénsenlo……….. mientras ven la televisión.