martes, 25 de septiembre de 2012

ESPAÑA AL REVÉS

De esta manera hablaban dirigentes políticos del PP de la concentración en torno al Congreso de los Diputados. Para evitar un posible asalto blindaron la Cámara de Representantes y desplegaron a cerca de 1400 policías de las unidades especiales,  más de la mitad de los efectivos antidisturbios de toda España. Y todo para protegerse de unas seis mil personas, de todas las edades y condición social, afectadas por la crisis, este sí, un auténtico golpe de estado contra el trabajo, la familia, los derechos sociales y la propia unidad de España.

El país al revés. Los ciudadanos más críticos defendiendo el modelo de Estado y los políticos más conservadores, aquellos que se decían patriotas y españolistas, poniéndose al servicio de intereses foráneos para arrasar con el Estado, ya no solamente el del bienestar sino con los servicios públicos más esenciales, la sanidad o la educación, privatizándolo todo y destruyendo la paz social.

Los representantes políticos de los dos grandes grupos mayoritarios que se alternan en el poder y aquellos que controlan el mapa autonómico, es decir los grandes responsables del despilfarro y de la corrupción, son los que luchan con uñas y dientes por conservar sus privilegios mientras el pueblo grita y protesta en la calle. Ayer mismo, el pleno del  Congreso discurrió como si nada estuviera pasando en el exterior en un claro menosprecio al sentir de los ciudadanos. 

Nunca ante una manifestación tan pequeña se protegieron tanto pero, claro, hay que comprender que esta vez la concentración ciudadana era delante de su propia casa, porque así se lo toman, como suyo, el Congreso de los Diputados.

La brutalidad de la policía, el miedo de los políticos de los grandes partidos- otra cosa bien distinta en la opinión y el comportamiento de los grupos políticos de la izquierda plural o  minoritaria- ante la indignación en la calle es hoy nuestra vergüenza. 

Su preocupación es la mala imagen que de España van a tener en el exterior. Para eso, para mejorarla, han ido Rajoy y el rey Juan Carlos a Nueva York. Eso, el país al revés.

viernes, 27 de julio de 2012

“ANTISISTEMAS” EN EL GOBIERNO


Primero, miles de personas indignadas tomaron las plazas y las calles de España; más tarde, estos indignados y muchos otros que se les unieron manifestaron su cabreo saliendo a las calles por decenas de miles; ahora, unos y otros han transformado la indignación y el cabreo en furia. Una furia que es fácilmente detectable a través de la red en las manifestaciones ciudadanas. Si uno si fía de las declaraciones realizadas por los mandos policiales encargados de reprimir cualquier intento de protesta o manifestación vemos que los más agresivos, aquellos que se enfrentan sin miedo a las fuerzas del orden son cada vez más gente normal que nada tiene que ver con los movimientos organizados. Amas de casa, ancianos, adultos sin trabajo, gentes desesperadas que expresan así su furia que hoy se detecta en los mercados, en las calles, si te detienes a hablar con tu vecino o vecina, en cualquier espacio público. 

En todos los lugares esa gente común y corriente a la que se refiere la policía parece dispuesta a seguir las propuestas más radicales. Salen a las calles con carteles llamando ladrones y saqueadores a banqueros y políticos. Ellos y ellas que jamás se han metido o interesado por nada, que vivían tan contentos ajenos a la realidad que otros disponían para ellos ven ahora como sus hijos, maridos, o nietos y nietas se desesperan en busca de un trabajo que no encuentran. 

El drama entra en cientos de miles de hogares destruyendo a familias completas, sin respetar ideología alguna. Tan solo una casta privilegiada se libra de la crisis: además de los que la ocasionaron, cerca de medio millón de personas, en su mayoría políticos o magistrados. Los encargados de hacer respetar las leyes o de ponerlas en marcha desde el Congreso de los Diputados se blindan en sus prebendas y sin el menor rubor pasan por encima de sus propios electores. De ahí la furia. 

Furia al ver como el ex presidente del Consejo del Poder Judicial, Carlos Divar, pide una indemnización de 280.000 euros después de haber tenido que dimitir por comportamientos poco éticos. 

Furia al ver como un miembro de la familia real, Iñaki Urdangarín, es premiado con un contrato anual de más de dos millones de euros en Telefónica a pesar de estar imputado por varios delitos. 

Furia al escuchar a la hija del también imputado Carlos Fabra gritar “que se jodan” al anunciar Mariano Rajoy las medidas que ahogan a tantos hogares españoles. O los aplausos de los diputados del PP cuando se anuncian estas medidas. 

Furia al ver cómo ni Rodrigo Rato, ni el ex gobernador del Banco de España, o la ex ministra de Economía admiten culpa alguna en la gestión de la crisis o en la descapitalización de Bankia. 

Furia ante la inacción de los políticos de la oposición. 

Furia al ver como los ex presidentes del Gobierno disfrutan de sus sueldos con cargo al erario público , con coches oficiales, guardaespaldas, secretarias, asesores y despachos, al tiempo que nos dicen que inician giras por todo el mundo como conferenciantes ganando de tres a seis millones de euros por charla, llegando a reunir al año en este concepto unos cien millones de euros. 

La lista de la furia es muy larga y se engrosa cada día, con actitudes como las descritas, provocando que esta crezca. La desvergüenza de unos, la culpa de otros, el sufrimiento de gran parte de la clase media española, la sensación de que esta crisis se está utilizando para sepultar a toda una clase social, negándoles incluso el derecho a abortar ante la malformación del feto, convierten esto en una guerra ideológica. Como ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, lo que se está cociendo dentro del Gobierno, es “el cambio de modelo”  

Por la red hay cada vez más iniciativas para echar a los políticos, hacer que los banqueros paguen por lo que está sucediendo, llamamientos a un insurrección popular que comenzaría cercando el Congreso de los Diputados. Actitudes que desembocaran en violencia. 

Furiosos, indignados y cabreados juntos contra “los antisistema”, como así se les conoce ya, pues como bien le ha dicho una diputada de APyD  a Rodrigo Rato en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, ellos si son los auténticos “antisistema”, los que cumplen al pie de la letra las consignas de derribar el sistema establecido: primero el sistema económico, ahora el sistema social, y como ha anunciado el ministro de Rajoy, muy pronto dando un golpe de mano contra la propia esencia del sistema político.

sábado, 14 de julio de 2012

OTRO MUNDO PEOR YA ES POSIBLE

Hace ocho años, trasladé a cincuenta y cuatro personas del mundo, esta pregunta: “¿Otro mundo mejor es posible?”. Entonces las mayores amenazas que podíamos vislumbrar eran la destrucción del medio ambiente y la fragmentación del trabajo, con la deslocalización de las empresas y el fenómeno de la inmigración masiva de los países más pobres a los más ricos del mundo. La respuesta fue: “Si, el mundo está cambiando, pero no hay que hacerse la ilusión de que vaya a mejor. Otro mundo peor también es posible”. Entonces, cuando trasladé a la opinión pública las opiniones de aquellas cincuenta y cuatro personalidades del mundo del conocimiento, me llamaron catastrofista. Naturalmente, eran otros tiempos. Hoy, revisando aquellas entrevistas, se ve claramente como todos nos quedamos cortos.

Mientras hacía aquel trabajo, que duró un par de años, pude sentir en mis propias carnes lo que se nos venía encima. Yo fui una de las primeras víctimas, perdiendo el trabajo que no volvería a recuperar nunca más. Ahora nadie quiere a un periodista de sesenta años en sus empresas por muy despierto que este sea, o quizás precisamente por eso. 

Y eso no fue todo. Mi entorno familiar, que hasta entonces gozaba de buena salud en lo económico, comenzó a resquebrajarse. Mi hija trabajaba como guionista de ficción para series de la televisión. Mi mujer era funcionaria, por cierto una buena funcionaria, en tanto que responsable y cumplidora con su trabajo. No respondía para nada a la imagen que hoy nos quieren dar de los funcionarios públicos, a medio camino entre vagos y maleantes. Y mis dos sobrinos tenían sus trabajos que les permitían afrontar el futuro con seguridad. Etc. Etc.

Hoy todo es diferente. Mi hija ha cometido su primer delito laboral, intentar ser madre a los 33 años. Su barriga comenzó a crecer al tiempo que nacía la nueva reforma laboral, lo que se traduce en que nadie la contrata para no tener que pagarle los meses de maternidad. Parece ser, que una vez que tenga a su hijo, algo parecido le va a suceder durante la lactancia. Padre sin trabajo e hija parada. 

Uno de mis sobrinos, dentro de unos días emprende camino a Londres para intentar buscar un trabajo, después de dos años de no encontrar ni tan siquiera un contrato basura. Tiene 37 años, se considera joven, ha hecho un buen currículo y como vulgarmente suele decirse, se come los mocos. El otro, se apresura a aprender alemán, idioma en el que tiene una muy buena base, para seguramente irse también de España.

Mi mujer es funcionaria y va por su cuarto recorte. Primero Zapatero le bajó el 5% de su salario. Más tarde le grabaron el sueldo con un mayor IRPF, es decir se lo volvieron a rebajar. Al poco tiempo, la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, le volvió a rebajar el sueldo en un 3,5% y de la paga extra se quedó con el 25%. Y ahora con el recorte de Rajoy, se queda sin toda la paga de Navidad, le recortan los moscosos y le aumentan la jornada laboral. Y todo esto en seis meses. No se descarta que muy pronto le pidan que renuncie a una cuarta parte de su sueldo, del  que le queda que no es mucho, al menos eso es lo que se desprende de las últimas declaraciones del ministro de Hacienda,  Cristobal Montoro. Lo llama “un nuevo sacrifico para sacar el país adelante”. En resumen, que mi mujer está comenzando a integrar el llamado colectivo de los trabajadores pobres, que trabajan pero no ganan lo suficiente para poder mantenerse. Como veréis la unidad familiar ha quedado hecha unos zorros.

Todo lo que aquí estoy contando no pertenece al mundo de la ficción. Tampoco pretende ser un ejercicio de ombliguismo- mirar solo lo que le ocurre a uno mismo- más bien es todo lo contrario. Un ejemplo más de los cientos de miles que están ocurriendo en España.

A mi alrededor el panorama es muy similar al que cuento. Los mayores, que hemos tenido derechos laborales y ahora no podemos seguir trabajando, practicamos la economía colectiva, sirviendo de colchón a los más perjudicados.

A menudo, me levanto cada mañana, con el mal sabor de boca de no poder llegar a todos los lugares que desearía para ayudar a quienes más quiero, ya no digo a los más necesitados, y no me acuesto mejor que me levanto pues cada día la marea se lleva más cosas por delante. 

Cuando finalmente nos arrastre a todos, cuando “los colchones” se terminen, los abuelos no puedan dar cobijo a sus nietos, los padres no puedan socorrer a los hijos, es posible que todo cambie. Pero quiero recordar que este cambio ha de suponer un gran esfuerzo generacional y en él nos tendremos que dejar  la piel si fuera necesario, porque, como decían esas cincuenta y cuatro personalidades a quienes yo un día tuve la osadía de preguntar,  otro mundo peor ya es posible.    

jueves, 12 de julio de 2012

¿QUÉ APLAUDEN LOS DIPUTADOS DEL PP?


Mintieron a sabiendas, ocultaron la realidad, abandonaron a millones de ciudadanos a su suerte, se blindaron con grandes sueldos y buenos retiros- puestos en los organismos internacionales o en el Consejo de Estado- algunos de ellos practicaron la corrupción sin límite, y se pusieron al servicio de nuestros verdugos, así son los dirigentes políticos españoles de la última década. 

No vacilaron  a la hora de  castigar a los jubilados, a los parados, a los funcionarios, desmontando la sociedad del bienestar, atacando los derechos más elementales del ciudadano y destruyendo gran parte del tejido productivo provocando con ello el cierre de cientos de empresas y el paro de más de cinco millones de personas. Se pusieron, sin dudarlo, a las órdenes del capital financiero al que sirven sin titubear. De poco sirve lo que ellos crean, lo que han prometido en su campaña electoral, si son capaces de traicionar a sus votantes que no harán con sus principios. Socialistas y populares han practicado y practican, cada uno en su turno de gobierno, la mentira y el olvido de sus compromisos electorales. Dicen que es por salvar el país, sin embargo España no deja de hundirse, curiosamente cada paquete de recortes trae aparejado mayor déficit.  

Nadie , hasta hoy, nos ha explicado el volumen de nuestra deuda por lo tanto no sabemos el tamaño real del agujero ni los recortes que vamos a necesitar para salir de esta. Ayer mismo se presentaba una serie de medidas drásticas que según el Gobierno llevarán a un ahorro de 65000 millones de euros. ¿Eso es poco o mucho? ¿Cuánto hemos de sufrir todavía? Lo mejor es no cuantificar, que el pueblo no sepa la dimensión real de su sufrimiento, de esta manera puede ser castigado de forma continua. En lo que va de año, el Gobierno del PP ha impuesto a los ciudadanos recortes por valor de ciento veintidós mil millones de euros, una cantidad parecida es la que se destina a tapar los desatinos de Cajas y Bancos.

Millones de ciudadanos empobrecidos para enriquecer a los banqueros. ¿Como se entiende que las grandes empresas y entidades financieras de los  35 valores de Ibex que no han producido beneficios en el último año hayan subido el sueldo a todos sus consejeros, directivos y presidentes? El sueldo medio de los consejeros se eleva a 550.000 mil euros anuales, el de los altos directivos a 777.000 mil euros y el de los presidentes a 2,3 millones de euros. Un auténtico escándalo. El Gobierno, tan duro con los de abajo, no ha pedido a ningún ciudadano de esos que ganan por encima de los 100.000 euros al mes que arrimen el hombro para sacar el país adelante. La cosa no va con ellos. La asfixia de unos a costa del derroche de unos pocos. 

La sesión de ayer del Congreso de los Diputados fue la demostración más palmaria de quienes son nuestros dirigentes políticos. Según le repitió varias veces Rajoy a Rubalcaba, el PSOE les engañó cuando estos hicieron el traspaso del poderes, asegurándoles que el déficit alcanzaba el seis por ciento  cuando en realidad estaba cercano al nueve. La persona que proporcionó esos datos, Elena Salgado, ex ministra de Economía ha sido bien recompensada y hoy ocupa un estupendo puesto en la Unión Europea. Rubalcaba a su vez ha acusado a Rajoy de no haber cumplido ni una sola promesa electoral, engañando a todos los españoles. Entre unas acusaciones y otras los diputados de uno u otro signo no dejaban de aplaudir. No se sabe muy bien el por qué de aquellos aplausos, si eran por la satisfacción que les producía el saberse de otra casta, libres de cualquier varapalo económico, o fruto de su propia insensatez.

¿Por qué aplauden, señores, diputados? 

¿Por qué aplauden el sufrimiento de tanta gente?

miércoles, 11 de julio de 2012

UN NUEVO MODELO DE UNIÓN EUROPEA

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no ha tenido el menor problema en entregar el país en bandeja de plata ante la insaciable voracidad de los mercados y de las organizaciones internacionales- entre ellas la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional- lo ha dicho hoy con toda claridad en el Congreso de los Diputados al anunciar los nuevos recortes- él le sigue llamado “reformas- que castigan a las clases trabajadoras en beneficio de las entidades financieras: “Hemos abierto la puerta a un nuevo modelo de Unión Europea”. Sí, porque de eso se trata, de un nuevo modelo de sistema económico en el que los Estados pierden soberanía, los ciudadanos pierden derechos, se precariza el empleo y se destruye la sociedad del bienestar con todos sus derechos, para conseguirlo hicieron falta dos guerras mundiales con setenta millones de muertos.  

Esta vez los cadáveres no van a ser ocasionados por el fuego enemigo, sino por el hambre, la precariedad o el suicidio. El moderno capitalismo quiere conseguir el que los ciudadanos se vayan “suprimiendo” a sí mismos de forma callada y pacífica, mientras sus vecinos siguen pendientes a las pantallas de las televisiones que no dejan de bombardearnos con la propaganda dominante. ¿Les suena esto de algo? Hace años, lo llamábamos “ciencia ficción”

Propaganda y control, eso parecen ser los dos objetivos del momento. Primero se hace uno con gran parte de los medios de comunicación, radios, periódicos y televisiones y luego se transforma la realidad. TVE ya está en manos de los “tea party” españoles, los más radicales del PP, lo mismo que las radios, la prensa y las televisiones de las comunidades autónomas sobre las que ha recaído el rodillo popular. ¿Sabía usted que el déficit de las 17 televisiones autonómicas supera ya los 25.000 millones de euros? Con ese dinero invertido para mayor gloria de los políticos que intentan implantar sus decisiones a los ciudadanos a golpe de telediario, algunos de ellos imputados por delitos de corrupción, no habría necesidad de recortar los dineros del paro, la sanidad o la educación. 

No, no se confundan, las decisiones de hoy, las que ha explicado Rajoy en el Congreso de los Diputados, no son el resultado de un ajuste duro sino de un ajuste de cuentas social cargado de fuerte ideología.  Al mismo tiempo que se sube el IVA a todos los españoles, el Gobierno pone a disposición de los delincuentes económicos no solamente el olvido y el  perdón sino una serie de medidas para mejor blanquear sus dineros. Sabemos que el dinero criminal se pasea por las costas españolas y que gran parte del resurgir turístico en buena parte de nuestras ciudades mediterráneas se debe a capital chino, alemán, inglés o ruso. Este último ligado a las mafias rusas.

¿Quién puede hablar a estas alturas de ajuste económico cuando todo el coste de la fiesta lo está pagando la gente que pasaba por allí, no aquellos que se han dado el gran festín? Junto a la amnistía fiscal o el mantenimiento de esa gran estructura que dan en llamar “partitocracia” y que abarca desde el Gobierno a todos su órganos de gestión, las comunidades autónomas o el poder local y municipal, vemos como las grandes fortunas no participan en absoluto en el “resurgir económico” del que habla Rajoy como lugar hacia el que nos dirigimos , estas grandes fortunas se amparan en las llamadas Sicav o/y deslocalizan sus empresas en lugares en donde el trabajo esclavo sustituye a aquel que ahora están destruyendo en nuestro propio país. 

De nuestra democracia tan solo va a quedar la sede parlamentaria, Congreso y Senado, este último sin apenas funciones y el primero hipotecado en sus decisiones ante la Unión Europea; la bandera, como símbolo y las camisetas de la selección española. Por lo visto para lo que mejor servimos es para dar patadas a un balón. ! Que lástima que las punteras de nuestras botas  no apunten en otra dirección !.

miércoles, 4 de julio de 2012

CULPABLES Y COMPARSAS AL BANQUILLO



La noticia del día es que Rodrigo Rato se sentará en el banquillo de los acusados a instancias del juez Andreu de la  Audiencia Nacional, ante la denuncia interpuesta por el partido Unión Progreso y Democracia, para responder por el llamado “escándalo Bankia”. Lo que no han permitido los votos mayoritarios del PP en el Congreso de los Diputados, la creación de una comisión de investigación, se va a producir en sede judicial. 

Y con la imputación de Rato otros 35 más, representantes de sindicatos, partidos políticos de derecha o izquierda, todos ellos comparsas millonarios del engaño que terminó poniendo a la sociedad y al estado al borde de la quiebra económica. Entre los imputados nombres como el del ex ministro de Aznar, Ángel Acebes; el ex alcalde de Majadahonda, Romero de Tejada, citado en las listas del caso Gurtel; Mercedes de la Merced o el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández. Pero no para aquí la cosa, en la lista de imputados del juez Andreu también nos encontramos nombres como el de Moral Santín , militante de Izquierda Unida y con un bruto anual que corta la respiración, más de 400.000 euros. ¿Cómo es posible que IU permita tal desvarío?  Cayo Lara nos debe una explicación, lo mismo que Rajoy, Rubalcaba, o los secretarios generales de los sindicatos. 

Este va a ser un juicio contra políticos y banqueros o viceversa, ya que no se sabe muy bien donde comienzan unos y terminan los otros, pero sobre todo esperamos que sea un proceso contra la corrupción y el engaño. Todo esto no le vendrá nada mal a esa vieja dama llamada democracia

lunes, 18 de junio de 2012

EL G-20, NERÓN Y SU ARPA


Hoy se encuentran reunidos en México los dirigentes de los veinte países más poderosos del mundo para intentar afrontar las consecuencias de la crisis financiera y encontrar una salida.  Este encuentro se produce en la mejor de las situaciones posibles, cuando Grecia ha conseguido un gobierno capaz de seguir las directrices de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, sin embargo, a pesar de esta buena noticia, los países mediterráneos siguen siendo castigados por el insaciable mercado, España con una prima de riesgo que llegaba a los 590 puntos en su diferencial con el bono alemán y un interés para préstamos a diez años del 7,25%, una situación del todo insostenible.  

¿Qué quiere decir todo esto? Que los políticos más votados por los ciudadanos de las naciones más poderosas del planeta no tienen el poder real, que este ha sido y es suplantado cada día por el poder tecnológico y financiero y que todo lo que ellos hagan y decidan en Los Cabos (México) es papel mojado. Se trata tan solo de una representación. Lo mismo que las declaraciones del presidente Rajoy que rozan el sainete cuando dice que ha sido él quien ha presionado a Ángela Merkel; que no existe rescate; o aquellas promesas pronunciadas no hace tanto de que si ganaba las elecciones él y su gobierno iban a reducir el paro, la prima de riesgo y conseguir torcer el mal rumbo de nuestra castigada economía. No ha dado ni una. Y no es su culpa, como tampoco lo fue la de Zapatero: ambos son tan solo comparsas de una obra que ellos no han escrito ni por supuesto han decidido representar. 

Dice el presidente del Banco Central Europeo, que lo malo de los socios castigados por la deuda es que toman las decisiones mal y arrastras; también dice que hagan lo que hagan da igual pues su destino ya está escrito. Y Dragui sabe de lo que habla, no en vano ha sido él quien ha falseado las cuentas de Grecia, colaborando al hundimiento de ese país.

Es la hora de los enterradores y lo malo es que el cadáver todavía no sabe a qué hora va a ser enterrado. Mientras tanto va de aquí para allá,  asistiendo a las jornadas de la Eurocopa en Holanda o a las reuniones del G-20 en México, sin más orientación que la de un boxeador prácticamente noqueado a quien su entrenador y la afición anima cada vez que besa la lona.
Si es cierto aquello que dicen de que la economía es una cuestión de confianza estamos perdidos: ¿Quién va a confiar en unos políticos- ya sean los del PP o los del PSOE- que no ven más allá de sus narices? ¿Cómo confiar en las cifras de los Estados que falsean las cifras? ¿Acaso alguien se cree a estas alturas las deudas declaradas por las Comunidades Autónomas? ¿O las de la Banca española? 

Nadie cree a nadie, nadie se cree nada.  Y menos a los veinte dirigentes de las naciones más poderosas del planeta. Esa incredulidad es la que dispara el riesgo de los países, la que hace que la deuda y sus intereses alcancen cifras estratosféricas, mientras tanto ellos, los actores secundarios de este drama,  se entretienen en México, fotografiándose en grupo o pronunciando todo tipo de declaraciones.  No hay que olvidar que también Nerón tocó el arpa  viendo como se incendiaba Roma

martes, 12 de junio de 2012

ALTAS ESFERAS

¿Qué pensaría si su banco pide dinero para financiarse  y lo pone a usted como garante del  préstamo y en el supuesto caso de que su entidad bancaria no pudiera pagar lo que ha pedido sus acreedores fueran a por usted o a por sus bienes?. Seguro que no le haría ninguna gracia. Pues eso es lo que ha hecho el Gobierno con este rescate al que llaman "préstamo en condiciones ventajosas". 

Si la banca absorbe los 100.000 millones de euros y eso no le llegara para sanearse será el Estado a través de los Presupuestos Generales del Estado, con el dinero de todos los españoles, el encargado de devolverlo con unos intereses que oscilan entre el tres y el cuatro por ciento. Y este préstamo es preferente, es decir que hay que pagarlo antes que ningún otro que tengamos contraído. Sinceramente, no veo ninguna razón para la alegría de Rajoy o las felicitaciones del Rey.

En el año 2009, el presidente de entonces, Rodríguez Zapatero le dio 150.000 millones a la banca española para que pudiera sanearse y fluyera el crédito. Y nada de eso sucedió. Un año más tarde, a través del Banco de España, se inyectaron 45 000 millones de euros para las Cajas de Ahorro y el pasado año la banca española utilizó 110.000 millones de euros del Banco Central Europeo para provisionarse con fondos reales que les permitiera salir adelante una vez separados los activos tóxicos.  En total, antes del rescate, Bancos y Cajas contaron con nada menos que 300.000 millones de euros para sanearse. Mientras, los españoles seguimos en paro, sufriendo recortes, uno tras otro, y vuelta a empezar. ¿Qué nos hace creer ahora que estos 100.000 millones de euros del rescate vayan a servir para algo? Desde luego no para solucionar los grandes problemas de la sociedad española. 

Si estas cifras astronómicas se hubieran utilizado para ayudar a los españoles en apuros a pagar sus créditos no habría habido desahucios, la banca no tendría problemas de impagos, el ciudadano podría seguir consumiendo y no se habría roto la cadena de la economía productiva pero, claro, el gran negocio financiero de la deuda no existiría. 

Ahora, por poner un ejemplo, se da la paradoja que los cien mil euros del rescate servirán para financiar a los bancos de los que el Estado español es acreedor. Nunca se ha visto que el deudor financie al acreedor para aumentar el volumen de su deuda. Por estas razones no comprendo la alegría del presidente Rajoy, que lo celebre asistiendo a un partido de futbol fuera de España, y que el Rey lo felicite. Algo falla en las altas esferas.

domingo, 10 de junio de 2012

LA DEMOCRACIA SECUESTRADA


Lo que comenzó como crisis financiera en los Estados Unidos contaminó a Europa y pronto, debido a la debilidad de los gobiernos de uno y otro signo, derivó en una importante crisis económica que afectó a la economía real. De esta forma los grandes errores de la especulación mundial la tuvieron que pagar empresarios y trabajadores, unos cerrando empresas, los otros quedándose sin trabajo y precarizándose todavía más. La economía real quedaba atrapada entre las mandíbulas del poder financiero y el poder político se ponía a su servicio. Los ciudadanos pronto pudimos contemplar como detrás de aquellas crisis, financiera y económica, se destapaban otras de mayores dimensiones: la crisis social y la crisis moral. 

Los avances en materia laboral conseguidos con tanto esfuerzo en algo más de un siglo se perdieron con escasa resistencia por parte de sindicatos, de los trabajadores y de los representantes políticos de los ciudadanos. El telón se vino abajo y quedó al descubierto la gran crisis de valores al comprobar que la mayor preocupación entre los ciudadanos de la llamada zona euro no era otra que el mantenimiento del consumo desordenado. El dinero conseguido a cualquier precio- el fin justifica los medios- se ponía por encima de cualquier otro valor moral, claro está que hasta aquí no se había llegado en un día sino que se precisaron años en los que se relegaron a los mejores profesionales y trabajadores sustituyéndolos por jefes dóciles y trabajadores baratos sin importar la calidad de sus trabajos ni el resultado de los mismos. 

Poco importaba que un Banco o una Caja de Ahorros fuera dirigida por gente inexperta siempre y cuando contara con la aprobación del poder político que distribuía a sus hombres en Consejos de Administración, pagando su silencio y sus servicios con cientos de miles de euros al año o con bonus millonarios. Así Rodrigo Rato, con nula experiencia financiera, llega a Caja Madrid como presidente de la entidad financiera tras una guerra abierta en el seno del PP entre Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. Rato respeta las cuotas de los diferentes partidos que se reparten el pastel. Y otro tanto le ocurre a la Justicia que es parte el botín de esta partitocracia que sustituye a la democracia (“le llaman democracia y no lo es”, se grita en las plazas y calles españolas). 

El Poder Judicial, el Tribunal Supremo o el Tribunal Constitucional se reparten en cuotas de poder. Y siempre el mismo denominador común: la obediencia debida a las consignas políticas de unos y otros. La independencia quedaba enterrada. En los medios de comunicación ocurría otro tanto lo mismo que en los organismos de control democrático: Defensor del Pueblo, Tribunal de Cuentas, Banco de España, Mercado de Valores etc. etc.

Mientras el sistema democrático se desmoronaba fueron muy pocas las voces que se alzaron contra aquel secuestro de la democracia y aquellas que lo hicieron fueron silenciadas. El periodismo de investigación pasó a convertirse en periodismo de hostigamiento obedeciendo a los intereses políticos y económicos- unos se hicieron llamar Sindicato del Crimen e intentaron derribar a un gobierno elegido democráticamente, cosa que consiguieron, y los otros se alineaban en torno al grupo Prisa-  perdiéndose todo atisbo de libertad informativa.

Con la política, la justicia y los medios de comunicación mediatizados el poder financiero encontró el terreno abonado para hacerse con el poder económico, dictar sus propias leyes y hacer que los ciudadanos pagaran por los errores de otros. Los ciudadanos estaban más ocupados en consumir casas, coches, viajes, o todo tipo de prendas de vestir engordando una gran burbuja, primero tecnológica y después financiera que los llevaría al abismo. Y ahí es donde ahora nos encontramos.

¿De qué extrañarse cuando el Presidente del Poder Judicial dice que “es una miseria” el haber falseado sus gastos y pasar como comidas oficiales sus fines de semana en hoteles de lujo con su amante bien armado, y si digo bien armado es porque lleva armas y posee una medalla pensionada de la policía. Además comparte nombre con un mítico jefe apache. 

¿De qué extrañarse cuando vemos como Rato y otros tantos hunden Cajas y Bancos obteniendo en premio millones de euros a cambio? O los desorbitantes sueldos de los directores de medios de comunicación o sus “estrellas” mientras el país se empobrece y aumenta el número de suicidios entre quienes han sido despojados de lo poco que tenían

Lo que de verdad extraña todavía es ver cómo millones de personas votan a quienes les recortan hasta lo más mínimo, a quienes secuestran y pervierten la democracia, a quienes nos llevan al abismo para arrojarnos al precipicio. 

Ayer mismo se ha producido un rescate y todavía no son pocos quienes quieren hacernos creer que se trata de un préstamo estupendo para la banca y que ahora viviremos mejor. 

Algún día alguien se preguntará qué es lo que pasó en estos años en los que a los recortes sociales se les llamaban reformas, o a los rescates préstamos; en los que la mentira y la infamia estaban al orden del día; con el poder político, la justicia y los medios de comunicación secuestrados y porqué hicimos tan poco por impedirlo

miércoles, 30 de mayo de 2012

HEDOR

Apesta. España apesta por los cuatro costados. Huelen mal las más de cuatrocientas toneladas de basura que Ángel Fenol, empresario valenciano imputado en el caso Brugal, ha enterrado en Orihuela cubriéndolas con limoneros. Huele mal el caso Bankia que salpica al Gobierno, al anterior gobierno y a personajes corruptos de nuestra trama político-empresarial. Sin embargo ni el PP ni el PSOE quieren abrir una investigación. Por algo será. 

Huele mal que el presidente el Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez se haya presentado hoy en el Senado diciendo que no puede hablar, que así se lo ha pedido el Gobierno y que les va a hacer caso pero que el cuerpo le pide contarlo todo. Este Ordoñez no tiene nada que ver con aquel otro, Francisco Fernández Ordoñez, que fue un buen ministro durante la transición, aunque ambos sean hermanos.

Huele mal que todos encubran la gran corrupción, la gran mentira.
Nos dicen que Aurelio Izquierdo, un ex directivo de Bankia, de Bancaja y del Banco de Valencia- las tres entidades intervenidas por el Gobierno-, se va a llevar 14 millones de euros por tres entidades hundidas y salvadas con capital de todos los españoles. Y nos quedamos cortos si pensamos que el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha cobrado 68 millones de indemnización del Banco de Bilbao. El saliente, Rodrigo Rato, cobrará cerca de cuatro millones por su fatídica gestión. Huele mal y esto es un atraco. 

La corrupción domina gran parte de las estructuras democráticas en España. Los mecanismos de control democrático, la Fiscalía General del Estado, la Comisión del Mercado de Valores o el Banco de España permanecen ciegos, sordos y mudos. La corrupción llega hasta la misma familia real y se extiende por las presidencias de algunas comunidades autónomas, los ayuntamientos y las empresas públicas y privadas sin que nadie haga nada por evitarlo. No se salva ni el Poder Judicial. El llamado caso Divar es un escándalo. Esto es un atraco y la Justicia está en el juego. 

Atracadores y corruptos ejercen un gran poder. Desahucian a los trabajadores empeñados en créditos que no pueden pagar; castigan a los funcionarios públicos; destruyen la educación o la sanidad, ponen en peligro a parados y pensionistas (ya están pensando en cómo reducir sus exiguos salarios) y se ceban con los jóvenes españoles convirtiéndolos en una gran “generación perdida”. 

Nunca hasta ahora la peste se había extendido tanto en España. Estamos al borde del rescate o lo que es lo mismo de que se empobrezcan más, todavía más si esto  es posible, las clases trabajadoras, mientras los responsables de la crisis- yo lo llamaría el gran expolio nacional- acumulan millones de euros  en paraísos fiscales.

 Necesitamos ser rescatados ya. De tanta ignominia. Abrir las ventanas y que sople el viento. Que la peste se vaya. Para eso es posible que tengamos que movernos, al menos levantarnos de nuestros sofás y apagar la tele. Salir a las calles y no abandonarlas hasta que algo se arregle. Con salir un día no arreglamos nada. Tanto silencio va a envenenarnos.

viernes, 25 de mayo de 2012

EL SHOCK DEL EURO


Europa está dejando de existir como entidad económica y política. Parece que va a morir de éxito fruto del espejismo en el que ha vivido durante varias décadas. Las Naciones y los Estados, ambos con muy poca vida, apenas sesenta años, han demostrado ya su inoperancia para enfrentarse a los organismos internacionales en manos de las grandes organizaciones financieras y el gran logro de la moneda única desaparecerá en poco tiempo obligando a la vuelta a las monedas nacionales con el consiguiente empobrecimiento de todos los europeos que perderán más de un cuarenta por ciento de sus ahorros de la noche a la mañana. A eso le llaman ya “el shock del euro”. 

Con un endeudamiento público y privado que roza el billón de euros, con unos intereses anuales de 35.000 millones de euros, España no puede mantenerse por más que se empeñen en recortarnos hasta el aliento. Eso lo saben los causantes de la crisis económica y del gran capital que están resituando sus dineros en bancos extranjeros, hecho este que a su vez acrecienta más la inestabilidad económica de la economía en España.

Inmanuel Wallerstein, sociólogo y principal analista mundial del sistema mundo, cree lo que se está produciendo en este principio de siglo es un cambio sistémico de grandes proporciones, una lucha encarnizada entre el capital y el trabajo tal y como nosotros todavía lo concebimos, del que difícilmente se va a poder salir sin un gran confrontación global, es decir lo que antes llamábamos guerra mundial y que hoy todavía no tiene nombre. Dirán ustedes que se trata de un análisis catastrofista pero yo les recomiendo que se informen adecuadamente, es decir, que abandonen su periódico habitual, los noticiarios de las radios o las televisiones nacionales y consulten a través de internet cual es la opinión de los más prestigiosos analistas mundiales o de las prensa económica más cualificada. 

¿De qué sirve entonces el circo de la Unión Europea con sus recomendaciones de austeridad o de crecimiento? ¿Que fiabilidad le podemos dar a nuestros políticos o a nuestros medios de comunicación? Ninguno. Cero. 

Ya nadie se fía de nadie. El Banco de España dice desconocer las cifras reales de los activos tóxicos bancarios. Las cuentas de las Comunidades Autónomas son un enigma para los políticos que las gobiernan, cada día se cambian y aparecen nuevas sorpresas. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid dice que ella, al igual que Sócrates, "solo sabe que no sabe nada". La debacle financiera se acrecienta cada día. Bankia, ayer  había que ayudarle con los dineros del Estado, unos cuatro mil millones; a la semana siguiente ya son siete mil millones: diez días más tarde  quince mil millones y hoy, el periódico “El País” estima que la cifra podría ser de veinte mil millones. Para poder pagar se recortará todavía más en sueldos , educación o sanidad cuando ya tenemos en España cerca de dos millones de familias en las que ninguno de sus miembros trabaja, o un índice de pobreza entre la población hasta ahora nunca visto. 

Nuestros políticos nos han engañado durante años y hoy no saben estar a la altura de las circunstancias dándonos un ejemplo de corrupción sin límites. Las más altas instancias de la magistratura, en manos de los partidos políticos, dan un ejemplo nefasto con sus dispendios y prebendas. El Rey y su familia no salen mejor parados. Algo huele a podrido en España. Lo grave es que millones de españoles y españolas afectados por todo lo que está sucediendo padecen la ceguera de la que nos hablaba nuestro premio Nobel, José Saramago y manifiestan escasa preocupación por la corrupción o por la salud democrática de su propio país. ¿A ver si Wallerstein va a tener razón?.

miércoles, 2 de mayo de 2012

ENTREVISTA CON IGNACIO RAMONET



La baja calidad de nuestra democracia depende de la calidad de la información que los ciudadanos reciben. No es necesario extenderse mucho para poder decir que las televisiones nacionales y gran parte de los periodistas que colaboran en sus programas contribuyen de forma importante a que la reflexión y el análisis sean sustituidos por el ruido, los gritos y la desinformación. 

Por esa razón el que en la televisión autonómica de Cataluña, TV-3, dedique un espacio de entrevistas a aquellos que tienen mucho que explicar sobre lo que está sucediendo y que afecta de forma tan directa a todos los ciudadanos,- me estoy refiriendo a la llamada crisis económica, que no es otra cosa, a mi juicio, que el golpe de estado silencioso de las grandes corporaciones, con Goldman Sachs a la cabeza, para desmantelar el estado del bienestar y convertir a los estados en protectorados de la grandes organizaciones internacionales- nos permite afirmar que no todos los medios son iguales, de la misma forma que tampoco los políticos lo son. 

La entrevista que Jaume Barberá le hace a Ignacio Ramonet creo que puede aclarar muchas cosas a aquellos que todavía hoy se asombran de lo que está sucediendo en España

martes, 17 de abril de 2012

ENTRE ELEFANTES ANDA EL JUEGO

El futuro de la monarquía en España parece depender de un elefante. El 23 de febrero de 1981 se trató de un elefante blanco que se paseaba por todo el país, comía en las mesas de algunos políticos, visitaba la Zarzuela y estuvo a punto de tumbar la democracia. De una trompada aquel elefante blanco estuvo a punto de llevarse por delante la Corona. Nunca supimos quien se ocultaba tras aquel paquidermo. El Rey nunca nos lo contó y así volaron los rumores que todavía no se han disipado a pesar del paso de los años.

Otro elefante entró a formar parte de la familia real y como en cacharrería puso en gran aprieto a la infanta Cristina y a la Corona. Este si tiene nombre, se llama Urdangarín y se dedicó a pasar la bandeja por Comunidades Autónomas regidas por el PP, obteniendo millones de euros de forma indebida. Ahora el socio de Urgangarín dice que previamente el Rey realizaba unas llamadas a los presidentes autonómicos recomendando a su yerno. El juez tiene la última palabra.

No un elefante pero si una trompa real puso en un buen aprieto a la Zarzuela. Esta vez se trataba de los amores del Rey. El monarca se separó de la reina y permitió la entrada de su nueva pareja, Corinna, en los recintos del Estado, en el Palacio del Pardo, en donde esta reside o al menos residía hasta hace bien poco. 
El alejamiento del Rey de determinados asuntos propios del Jefe del Estado y sus ausencias de actos oficiales o familiares se explicaban por los numerosos viajes de la nueva pareja fuera de España. La reina Sofía y el rey Juan Carlos aparecen juntos ante la galería pero ya hace años que no viven juntos. Y muchos nos preguntamos porque el Rey no deja sus obligaciones en manos de su hijo y se dedica a hacer lo que le venga en real gana. Pero el Rey intenta, de nuevo, estar en misa y repicando. 

Finalmente el elefante de Botswana, que no era blanco ni negro, aburrido de servir de atracción turística en una reserva de África se ve perseguido por un monarca europeo que le dispara insistentemente hasta que el pobre dobla las patas y es abatido. Quien le iba a decir al elefante de Botswana que el cazador, horas más tarde, se iba a dar un gran trompazo en un escalón y a romperse la cadera. 

El Rey patinaba de nuevo, conocidos son sus tropiezos. Todos los españoles se enteraron de que aquel que decía perder el sueño por la crítica situación económica que pasaba su país,  perseguía a elefantes por las reservas africanas gastándose un pastón de los presupuestos del Estado en sus correrías particulares. ¿O acaso estas juergas las pagaban sus amistades? 

Y se abrió la veda: ¿sabía el gobierno en donde se encontraba el Rey? Esta y otras preguntas rondan por los medios de comunicación mientras por las redes sociales la imaginación popular cuenta chistes de elefantes y de reyes o circulan escritos acerca de negocios ocultos, de novias ocultas, o de amistades peligrosas. 

Eso, entre elefantes anda el juego.

miércoles, 4 de abril de 2012

LA DEUDA

Crece y crece sin cesar. Hoy hemos sabido que tan solo los intereses de la deuda española ascienden al año a cerca de treinta mil millones de euros. Mucho más de lo que le cuesta al Gobierno mantener a los funcionarios, pagar las pensiones o el seguro de desempleo. La deuda crece mientras se merman los derechos sociales y laborales y se intenta arramblar con el estado del bienestar que ya se está convirtiendo en España en el estado del cabreo generalizado. Sobre todo si nos atenemos la última encuesta del CIS que refleja que el 88,6% de los españoles creen que la situación económica es grave o muy grave. 

La deuda que asfixia a España y a otros países europeos es una soga que nos han puesto al cuello los responsables del gansterismo financiero internacional y sus comparsas, a saber: la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Europeo. No es usual este lenguaje en mí. Sé que me interno en la parrafada panfletaria y apocalíptica pero no se me ocurre algo mejor para expresar con claridad lo que a juicio de muchos está sucediendo. 

En el año 2008, que es cuando estalla la gran crisis financiera en los Estados Unidos para contagiar a Europa, Goldman Sachs juega con fuego y lo cierto es que no solamente no se ha quemado sino que ha abrasado a paises completos. Primero haciendo de bombero incendiario, pues al mismo tiempo que parecía intentar capear la debacle financiera ocasionada por una política neoliberal desmedida, apostaba, en bonos negociables en el mercado , por el desastre europeo de determinados países ganando con ellos en esa ruleta diabólica miles de millones de dólares. Y hoy se presenta como uno de los grandes beneficiarios del gran negocio internacional de la deuda sin que ningún político o economista de prestigio denuncie a esta entidad financiera internacional ante los tribunales internacionales.

 La deuda soberana se ha convertido en el gran negocio mundial a costa de enviar al paro a millones de personas y empobrecer a sociedades enteras. La banca española ha obtenido en los últimos meses 110.000 millones de euros de préstamos del Banco Central Europeo, al tiempo que aumenta sus comisiones , niega el préstamo a empresa y particulares, reparte beneficios entre sus accionistas y bonifica de forma millonaria a sus directivos. La banca española pide prestado al Banco Central Europeo a un interés del uno por ciento para financiar las deudas de los países en problemas al cuatro a cinco por ciento. Esos casi treinta mil millones de pesetas que el Gobierno español ha de pagar de intereses por su deuda revierten en la banca a la que a su vez el Estado ha engordado con cientos de miles de millones de euros. ¿Incomprensible? No. En absoluto. Sencillamente es que usted y yo somos unos completos idiotas.

El juego no tiene nada de complicado. Tan solo consiste en creer que los ciudadanos son fácilmente manipulables por los medios de comunicación, que forman parte del entramado, y que los políticos- ya sean Gobierno u oposición- seguirán el paso de la música que se toque en cada momento. Y así, mientras se saquean economías y sociedades completas para enriquecer a unos cuantos, los gánsteres, internacionales y  nacionales, todos los tenemos ya en nuestros propios países, el común de los mortales, el que se niega a creer que todo sea tan perverso y maquiavélico, sigue confiando en que pronto pasará la tormenta y en pocos años las aguas volverán a su cauce, es decir, que volverá la calma para quienes poco o nada tienen. 

¿Saben ustedes a cuánto ascienden los beneficios de la banca internacional o de la banca europea en el gran negocio de los intereses de la deuda? No, ni lo saben ni lo sabrán. Quédense tan solo con las subidas de las primas de riesgo, los presupuestos restrictivos que barren hasta los más mínimos logros sociales y el miedo que transmiten los Telediarios en manos de personas obedientes al sistema. Me refiero, claro está, al sistema de los gánsteres que tanto mal y dolor están causando a cientos de miles de personas.

Debo de recordar a algunos de mis lectores, los que me piden que minimice mi enfoque pesimista o alarmista que cuando hace años, no muchos, ya hacía estos o parecidos análisis en mis artículos o programas de televisión, ellos y ellas tomaban mi juicio como exagerado, pues bien, si de algo puedo culpar a aquellos que en su día me lo contaban, voces muy acreditadas en contra de la forma en cómo se estaba globalizando el mundo, y a mí mismo, es el de habernos quedado todos muy cortos, el de no haber sabido  que todo aquello que algunos creían exagerado iba a ser superado en muy poco tiempo. Mi recuerdo, desde aquí, para el buen amigo, José Saramago, y el agradecimiento por su persistencia- el también nos advirtió pero pocos le escucharon- al decirnos que la democracia estaba desapareciendo ante nuestro ojos, y también por su  hoy indispensable ensayo de la ceguera.