miércoles, 13 de abril de 2011

VOCES CONTRA LA INACCIÓN


Primero fue Hessel, con su alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica (“Indignaos”), cuya versión en castellano prologa José Luis Sampedro; poco después la periodista Rosa María Artal coge el testigo de Hessel y coordina el libro “Reacciona”, que prologa el propio Hessel y desde entonces, es decir en los dos últimos meses, parece que algo se está comenzando a mover entre la juventud en España a pesar de que la primera convocatoria de manifestación pública en Madrid no haya conseguido juntar a más de tres mil personas.

 Se trata de una serie de iniciativas a tener en cuenta, sobre todo en la red que es donde se está tejiendo el enjambre que dará paso a una manifestación a nivel nacional, al igual que ha ocurrido en otros países europeos, para protestar contra la dictadura de los mercados; el papel de los medios de comunicación; el conformismo; el consumismo y, sobre todo , contra ese modelo que ha llevado al capitalismo global a un proceso acumulativo depredador en torno a la economía financiera, destruyendo el tejido social y la economía productiva para saciar la ambición desmedida de unos pocos y dejando a los jóvenes de todo el mundo en una situación de precariedad tal que ya se les conoce como “la generación sin futuro”.

Sin futuro, sin trabajo, sin expectativas, sin ganas de luchar. Una juventud resignada a su suerte, más empeñada en la evasión de sus propios problemas que en la resolución de los mismos. Por eso, iniciativas como las de Hessel o Artal, hay que aplaudirlas desde aquí. Sin embargo quisiera llamaros la atención de algo que es la necesidad de mantener activa nuestra memoria que no es otra cosa que el arma más contundente contra el olvido. Por ejemplo, decir que la indignación, la reacción o la rebeldía no son conceptos finiquitados en este país aun cuando pueda parecerlo debido al egoísmo de los políticos de pocas miras y menor visión de futuro que practican la guillotina dentro de sus mismos partidos impidiendo que dentro de la izquierda pueda prosperar la contestación contra el estado actual de cosas que han convertido en pocos años al ciudadano en consumidor y a la democracia en una jornada festiva en la que los consumidores van a votar a sus marcas favoritas mientras se aniquila todo lo público y se destruyen los derechos laborales y la sociedad del bienestar en Europa. 

Porque todavía nos queda el arma de la memoria hay que recordar que, desde hace años, son numerosas las voces de los intelectuales, activistas y políticos de izquierdas que vienen advirtiendo de este derrotero. Voces sepultadas bajo las grandes audiencias de programas degradantes que alimentan las parrillas de las televisiones que millones de personas consumen cada día. 

Una de esas voces, ha sido y es la de Julio Anguita, a quien los medios de comunicación, los mismos que siembran el panorama audiovisual de basura degradante, tildaron de visionario o “Califa”, cuando no de izquierdista trasnochado. 

 Hoy, doce años después, creo que sería muy conveniente volver a escucharle en su intervención ante José Saramago. Dura cerca de treinta minutos pero estoy seguro que será de interés para los lectores de este blog. Que lo disfrutéis y lo recordéis. http://www.youtube.com/watch?v=Kd0ZyrnVVAM

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