lunes, 12 de enero de 2015

DESPILFARRO EN MADRID



Si usted vive en Madrid habrá podido observar como en los últimos meses el Ayuntamiento, uno de los más deficitarios de España, sin la menor explicación, ha comenzado de pronto a cambiar todas las paradas de autobús en una fiebre de gasto que provoca el asombro de los madrileños. Y no es para menos si tenemos en cuenta de que el mobiliario urbano que había en cada una de las paradas de autobús, son miles en Madrid, estaban en perfecto estado y había sido renovado en su totalidad hace menos de dos años. En aras de la transparencia he intentado, como ustedes se pueden imaginar con poca fortuna, recabar la información de lo que nos está costando este despilfarro a los madrileños.  Estamos hablando de cientos de millones de euros. Por mucho menos se ha suprimido la atención a los mayores; la metadona a los drogadictos necesitados; se han dejado de limpiar las calles o de regar los árboles, cosa está que ha provocado ya tres muertos y la tala de miles de árboles que se habían secado; se les ha privado a los más pequeños del servicio de comedor en los colegios limitando así sus comidas a dos o una al día y se han llevado al extremo unos recortes que están perjudicando seriamente a los más necesitados. Por esa razón sorprende que en plena austeridad, en lugar de restablecer los servicios sociales a los ciudadanos, el Ayuntamiento haya optado por el despilfarro absurdo que le está llevando a cambiar todo el mobiliario urbano que, repito, estaba en perfecto estado o a inundar Madrid de bicicletas eléctricas, un proyecto más propio de las ciudades europeas ricas . La explicación a todo este desatino está a la vista: el próximo mes de mayo se van a celebrar elecciones municipales y autonómicas y a la alcaldesa no se le ha ocurrido mejor idea que endeudarse todavía más y tirar la casa por la ventana. 


Y digo tirar porque de eso se trata de dilapidar. Ni siquiera en plena euforia económica una inversión tan inútil estaría justificada. 


Si usted visita Madrid en estos días puede pasear por la ciudad en las bicicletas más modernas, o esperar el autobús de pie que no sentado, pues en estas sofisticadas paradas recién instaladas no se ha previsto el asiento para las personas mayores o los niños para impedir que por la noche se puedan acostar allí para pasar la noche los miles de indigentes que pueblan las calles de la capital, la más sucia de España, la más abandonada, con infinidad de mierda canina en sus calles, con las hojas del otoño sin recoger, con mal olor y poca limpieza, con plazas públicas como la de Callao en donde no se puede encontrar ni un solo banco. Y es que Madrid en manos del PP se está convirtiendo en una ciudad abandonada. 

Perdón, es cierto, no toda ella. Existe una zona limpia, en donde toda está en perfecto orden. El barrio de Salamanca. Estas Navidades la ciudad a  oscuras contrastaba con la gran iluminación, preciosa, una atracción para todos, de las calles Velázquez o Serrano. ¿ Quien ha dicho que ciudadanos somos todos?


No hay comentarios:

Publicar un comentario