lunes, 26 de enero de 2015

TIC-TAC



Los socialistas griegos barrieron en las elecciones generales del domingo, confirmando así la predicción hecha por François Mitterrand al llegar a la Presidencia de Francia, el 10 de mayo, de que su triunfo se contagiaría al sur de Europa”.  Y la predicción de Mitterrand no tardó en cumplirse pues al año siguiente, en 1982,  Felipe González,  con su promesa de cambio, contagió a once millones de españoles que le votaron iniciándose  una nueva era política de la mano de la socialdemocracia europea. 


El reloj de la historia vuelve a sonar y de nuevo en Grecia pero esta vez con actores muy diferentes. La victoria electoral de Syriza, ayer en Grecia, viene a confirmar el fin del bipartidismo en aquel país llevando a los socialistas griegos a la práctica desaparición del escenario político. Este ha sido el castigo del pueblo griego a quienes les han gobernado por expreso mandato de la llamada troika- el FMI, la UE, el BCE-  llevando al país a la bancarrota. Aquella socialdemocracia de los años ochenta olvidó sus principios y se lanzó al abismo siendo abrazada por el capitalismo liberal. Hoy su caida por el precipicio de la historia nos parece de lo más natural.
 

“Tic, tac. Tic, tac. La cuenta atrás ha comenzado” anunciaba ayer Pablo Iglesias,  el líder de Podemos, dirigiéndose al presidente actual, Mariano Rajoy.  El próximo día 31 una gran manifestación recorrerá Madrid para pedir el principio del cambio anunciando que entramos en el Siglo de la Gente, aquel en el que los ciudadanos adquieren mayor protagonismo frente a los grandes organismos internacionales y al poder financiero. 


Lo primero que hará el nuevo presidente griego, Alexis  Tsipras, es dar de comer al hambriento, dar cobijo a miles de personas que duermen en las calles, evitar que echen de sus casas a quienes no pueden pagar la hipoteca o la mensualidad, proporcionar sanidad a los enfermos que no la tienen - más de tres millones de personas- en definitiva, acudir en salvación de los más necesitados. Nada más cercano al evangelio cristiano, aunque sean curiosamente los que comulgan a diario con ruedas de molino, los falsos cristianos, quienes más arremeten contra el líder de Syriza llamándole radical  y presentando su política como un peligro público.  A estos fariseos los echaría a latigazos Jesús del Templo y quizás se apuntaría a las filas de Syriza o al  menos le daría un fuerte abrazo a Tsipras. No creo que Jesucrito se fuera de cena o de copas con los dirigentes de la troika o con los hombres de negro. Y es que nunca como hoy las ideas de los nuevos comunistas han estado tan cerca del Evangelio. Si Tsipras, para defender los intereses del pueblo griego, tuviera la capacidad de poder elegir un interlocutor en el mundo estoy convencido de que cambiaría de buena gana a Angela Merkel por el Papa Francisco. Al menos en los temas sociales se entenderían mejor. Esto me recuerda mis viejas lecturas de los tomos de la Historia de las Civilizaciónes, de Henri Pirenne, en los que el historiador belga aproximaba posturas coincidentes entre las ideas comunistas y determinados postulados del cristianismo. Leer esto hace cuarenta años parecía increíble, cuando nos encontrábamos en plena guerra fría, sin embargo hoy no parece que el sabio belga estuviera tan descaminado


Tic,tac. Tic, tac. Comienza la cuenta atrás.       

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